Mi abuela hubiese dicho, "por fin parió Paula". Y es que el puente sobre el valle de Chilina, es la obra más anhelada de Arequipa capital. La necesidad de vadear el río Chili nació casi enseguida de la fundación española de la Villa Hermosa de Arequipa, por el capitán Manuel Garcí de Carbajal en 1540.
El primer puente en construirse fue el "puente Real" (su ejecución se inició en 1577 y culminó en 1668, estuvo a cargo del arquitecto Juan Aldana y costó 150 mil pesos de la época. Hoy se le conoce como puente Bolognesi.
El otro puente más antiguo es el Grau, se construyó entre 1884 y 1898. Ambos han sido durante décadas los únicos viaductos para comunicar las dos orillas. El puente de Fierro (1882) fue sólo para el uso del tren.
Décadas después fueron los puentes San Martín en Vallecito, Uchumayo y Tingo, aunque no en ese orden.
Desde la década del 50 del siglo pasado y hasta hoy, el crecimiento poblacional de Arequipa ha sido explosivo.
Así, las estrechas calles coloniales ya no soportan el flujo vehicular, menos los puentes coloniales, de ahí que un nuevo puente era un clamor a gritos.
La Región y la Municipalidad Provincial de Arequipa, decidieron construir el puente Chilina.
Las principales preocupaciones han sido resueltas.
1) el puente y sus accesos y vías auxiliares permitirán un tránsito fluido, mejor aún cuando aprovechará vías importantes pero truncas como, por ejemplo, la Av. Progreso que ahora tendrá continuidad, pasando por la mitad del Colegio Militar "Francisco Bolognesi", que quedará dividido; 2) se preserva y cuida la ecología del valle de Chilina, el impacto negativo será ínfimo, en relación a la gran obra.
Pero, además, es hora de pensar en grande, porque somos la segunda ciudad del Perú y, por ende, los proyectos deberán estar ajustados al Plan Director de Arequipa Metropolitana 2002-2015, que curiosamente impulsó Juan Manuel Guillén cuando fue alcalde.
Está pendiente, por ejemplo, la continuidad de la avenida Venezuela, antes de que se construya el complejo habitacional detrás del cuartel Salaverry, la utilización del puente Héroes del Cenepa, dándole un tratamiento de manera que no afecte la ecología, nuevas vías que puedan integrar Mariano Melgar con Miraflores en la parte alta, y de Miraflores con Alto Selva Alegre.
También darle utilidad a la vía férrea -aún cuando está concesionada- podría movilizar miles de personas en horas punta entre el Cono Norte y el centro de la ciudad y, por supuesto, ir despejando el centro de la ciudad para conservarla cada vez mejor.
CORREO
El primer puente en construirse fue el "puente Real" (su ejecución se inició en 1577 y culminó en 1668, estuvo a cargo del arquitecto Juan Aldana y costó 150 mil pesos de la época. Hoy se le conoce como puente Bolognesi.
El otro puente más antiguo es el Grau, se construyó entre 1884 y 1898. Ambos han sido durante décadas los únicos viaductos para comunicar las dos orillas. El puente de Fierro (1882) fue sólo para el uso del tren.
Décadas después fueron los puentes San Martín en Vallecito, Uchumayo y Tingo, aunque no en ese orden.
Desde la década del 50 del siglo pasado y hasta hoy, el crecimiento poblacional de Arequipa ha sido explosivo.
Así, las estrechas calles coloniales ya no soportan el flujo vehicular, menos los puentes coloniales, de ahí que un nuevo puente era un clamor a gritos.
La Región y la Municipalidad Provincial de Arequipa, decidieron construir el puente Chilina.
Las principales preocupaciones han sido resueltas.
1) el puente y sus accesos y vías auxiliares permitirán un tránsito fluido, mejor aún cuando aprovechará vías importantes pero truncas como, por ejemplo, la Av. Progreso que ahora tendrá continuidad, pasando por la mitad del Colegio Militar "Francisco Bolognesi", que quedará dividido; 2) se preserva y cuida la ecología del valle de Chilina, el impacto negativo será ínfimo, en relación a la gran obra.
Pero, además, es hora de pensar en grande, porque somos la segunda ciudad del Perú y, por ende, los proyectos deberán estar ajustados al Plan Director de Arequipa Metropolitana 2002-2015, que curiosamente impulsó Juan Manuel Guillén cuando fue alcalde.
Está pendiente, por ejemplo, la continuidad de la avenida Venezuela, antes de que se construya el complejo habitacional detrás del cuartel Salaverry, la utilización del puente Héroes del Cenepa, dándole un tratamiento de manera que no afecte la ecología, nuevas vías que puedan integrar Mariano Melgar con Miraflores en la parte alta, y de Miraflores con Alto Selva Alegre.
También darle utilidad a la vía férrea -aún cuando está concesionada- podría movilizar miles de personas en horas punta entre el Cono Norte y el centro de la ciudad y, por supuesto, ir despejando el centro de la ciudad para conservarla cada vez mejor.
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