30.4.09

Pequeño Tribunal Privado S.A.

Por Mirko Lauer

La Asociación Nacional de Anunciantes, ANDA, le acaba de aplicar lo que llaman luz roja al programa de Magaly Medina. Se trata de un llamado a que los anunciadores reconsideren el poner avisos en dicho programa. Aunque algunos simplemente frenan de plano su inversión en un programa al que se le ha enrojecido el semáforo.

Más allá de lo que se piense de un programa canaille como el de Medina, es imposible no considerar la luz roja de ANDA una censura que ejerce el billete, en este caso sobre un espacio de la farándula, que algunos fans incluso consideran periodístico. Su conductora tiene derecho a exponerse tal cual es ante la mirada pública.

Para los casos en que Medina transgrede lo legal está el código penal, como ha quedado demostrado hace unos meses. No es necesario montar un pequeño tribunal privado, el cual da la impresión de estar transgrediendo el tipo de norma de mercado por el que vela Indecopi, y arrogándose atribuciones que la ley da a los directorios de los medios.

Es cierto que un anunciador es libre de poner su aviso donde le parezca mejor. Pero eso no faculta a una asociación como ANDA a blandir la cachiporra económica contra la actividad de los medios, llamando a lo que en los hechos es un boicot contra una empresa comercial, en este caso no se sabe bien a partir de qué argumentos.

Además no deja de ser irónico que esta forma de censura venga de la publicidad, en algunos de cuyos spots no es tan raro encontrarse apenas veladas procacidades, calaterías que algunos considerarían pasadas de la raya, y en general expresiones de mal gusto que hasta ahora nadie ha pensado en someter a un tribunal privado.

En el caso de Medina hay un par de ironías adicionales. La conductora ha sido recientemente castigada por el sistema judicial, por lo cual uno pensaría que no se necesitaba un vocal privado adicional, como el señor Jorge Merino de ANDA. Segunda ironía: hace pocos días un juez ha exculpado a Medina en el caso de la Angie Jibaja que no fue.

¿Está la ANDA intentando competir abiertamente con el Poder Judicial? ¿Enmendarle la plana? ¿Clavarle la sombrilla, como en el comercial de Claro, seguramente un socio de ANDA? Si creen que están haciendo limpieza de algún tipo, hay que decir que el suyo es flaco favor a la vida institucional del país. De pronto hasta es un flaco favor bien intencionado.

Cabe preguntarse qué se hizo de aquel punto del catecismo liberal según el cual es el público que con su concurrencia o su indiferencia juzga la oferta mediática en una democracia. Nadie está pidiendo que el empresario avise en un programa o medio que le desagrada (no suele hacerlo), sino que no participe en este tipo de cargamontones.

LA REPUBLICA

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