25.4.09

El federalista

Por Mirko Lauer

El presidente regional Hernán Fuentes ha logrado un tímido punto a favor para su propuesta federalista. La Asamblea de Gobiernos Regionales no se ha comprado la iniciativa, pero acepta que el tema puede ser discutido entre quienes así lo deseen. En el fondo también una manera de pasarlo a devengados.

Sin duda es un asunto que se ha discutido antes, al grado de que se ha acumulado ya una pequeña biblioteca sobre el tema. En el fondo es un tema para historiadores y abogados constitucionalistas, más que para periodistas o presidentes regionales. Los problemas de la regionalización tal como se está viviendo ya son materia de debate suficiente.

José Faustino Sánchez Carrión lo propuso al Congreso en 1822, y fracasó. Simón Bolívar la decretó sin éxito. José Carlos Mariátegui criticó la iniciativa en los años 20 del siglo pasado. Jorge Basadre no tuvo nada bueno que decir sobre la fórmula. Por último, todo documento descentralizador reciente aborda el asunto.

Fuentes todavía no ha explicado qué busca con su federalismo. Es obvio que se trata de una extensión de las atribuciones y un mayor grado de autonomía para la región, pero no está claro qué es lo que aportaría de específico la forma federal. ¿Quizás parlamentos locales como en las asambleas de la regionalización de 1989?

Una de las cosas que vuelve insólita la propuesta de Fuentes es que aquí desde hace casi 10 años el Estado central viene transfiriendo funciones a las regiones, y estas aceptándolas, en un proceso que no tiene límites formales establecidos. Por eso da la impresión de estar simplemente lloviendo sobre mojado.

La experiencia histórica de los cuatro países federales de América Latina (Argentina, Brasil, México y Venezuela) ha sido de creciente fortalecimiento de sus Estados centrales. En otras palabras, la condición de Estado federal no parece producir mayor autonomía que la condición de, digamos, región, provincia, o departamento.

Más allá de las palabras, el proceso en la historia parece ir al revés: el poder inicial de las circunscripciones federales se ha ido reduciendo. Nada compite hoy en sus respectivos países con el peso del Distrito Federal mexicano, Río de Janeiro-Sao Paulo, el Gran Buenos Aires. Hay más factores en la autonomía que la denominación política.

Ya que ha logrado constituir una evidente movida de la política puneña en un tema de potencial discusión transregional, Fuentes debería presentar ahora su visión precisa de lo que es para él ese federalismo que reclama, que parece existir por el momento como una causa sin seguidores. De otro modo ese debate no tendrá cómo materializarse.

No hay comentarios: