25.4.09

Frente a sl proseguir la clave es persistir

Por Mirko Lauer

Lo que viene sucediendo con algunos importantes problemas nacionales, como el VRAE o las muertes en las carreteras, debería volcar parte de nuestra curiosidad hacia el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, TDAH. En los términos más legos, se trata de una incapacidad de mantener la atención fijada en algo mucho tiempo, a lo que se suma una cierta impulsividad.

Los 13 emboscados en el VRAE han producido algo que parece una movilización de voluntades nacionales para ir a la guerra. Sin embargo los términos básicos del problema, sobre todo defensores del Estado muertos y fortalecimiento militar del narcotráfico, ya están allí desde hace años, y ya antes hemos visto reacciones parecidas a emboscadas. No descartemos que el traqueteo de sables de hoy también se disipe.

Algo parecido sucede cuando los accidentes en las carreteras de pronto aumentan de manera espectacular, y los muertos se suman. Esto produce un fuerte impulso activista que va de la indignación hasta la toma de medidas draconianas. Pero al poco tiempo la errática atención del país se dirige hacia algún nuevo problema, y el de los accidentes en las carreteras queda sin resolver.

Los administradores de la cosa pública saben de este rasgo nacional e intentan combatirlo de diversas maneras: con las famosas políticas de Estado, creando autoridades ad hoc, estableciendo mecanismos de lobby o difusión permanentes. Pero en la mayoría de los casos el impulso a pasarse a un nuevo tema e ignorar el anterior es más fuerte y desafía toda lógica administrativa.

Esta es una dolencia seria en todos los casos, pero más en aquellos donde desatender el problema equivale a fortalecer el peligro. La empresa y el chofer que se zurraron en Tolerancia Cero probablemente ahora están más temerarios que nunca. El narcoterrorista que percibe la llegada del desinterés por liquidarlo sabe que ha ganado un punto a su favor para la próxima confrontación.

Las dos emboscadas a patrullas del Ejército en Sanabamba son, como todos han reconocido, un hecho grave. Pero mucho más grave sería el retorno del aparato estatal a una situación pre-Sanabamba. Pues da la impresión de que en estos temas de estrategia militar más dañina incluso que la indiferencia es la inconsistencia en el propósito. Las tácticas guerrilleras buscan producir ese factor de inconsistencia en su enemigo.

Dificultades específicas en el caso del VRAE son que está ubicado sobre la inestable falla de las relaciones entre el poder militar y el poder civil, que el tema es usado como munición para las peleas entre bandos políticos, o incluso entre grupos de los propios uniformados. Evitemos, pues, que frente a tan seria tarea se produzca un déficit de atención, y un exceso de descanso.

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