29.4.09

Un claro y presente peligro

Venezuela ha retirado a su embajador en Lima por el asilo político otorgado al opositor Manuel Rosales y anuncia la “evaluación” de las relaciones bilaterales. Aquí, en cambio, a tenor de lo declarado por el presidente García, seguimos jugando a ser “buena gente”, caballeritos, y no solo no llamamos a nuestro representante en Caracas sino que nos llenamos la boca con frases tan trilladas como “hermandad latinoamericana” y “cuerdas separadas”.
Hermandad, un cuerno. Cuerdas separadas, otro cuerno. Las naciones, cuándo aprenderemos, no tienen amigos sino intereses. Y aquí, para variar, somos tibios con un sujeto que como Chávez ha intervenido groseramente en nuestros asuntos internos desde que apoyó la candidatura de Humala, para no mencionar las Casas del Alba, la “Misión Milagro” y otras perlas. El Duce llanero trata de imponer en toda Latinoamérica el delirante “socialismo del siglo XXI”, ha convertido en su colonia a Bolivia y por si todo esto fuera poco, ha introducido en la región a un elemento disociador como Irán.


Y no olvidemos, ya que mencionamos a Bolivia, que hace un par de años se firmó un atípico acuerdo de cooperación militar entre La Paz y Caracas, que incluyó la construcción más de 20 bases militares en la frontera boliviana con sus cinco países vecinos. El acuerdo, que hasta donde sabemos no ha sido objeto de un seguimiento serio –cómo hacerlo, si no tenemos Inteligencia digna de ese nombre–, contiene rubros preocupantes como la complementación de las capacidades de defensa de cada país, gestión de crisis, estandarización de armamento y “participación mutua de oficiales de las Fuerzas Armadas en los acontecimientos nacionales oportunos” (en castellano sencillo, Chávez puede meter tropas en las tierras de su lacayo Evo Morales cuando le venga en gana).

Increíble, pues, que entre nosotros haya quienes se derritan y rindan pleitesía a un dictadorzuelo cuyos faros intelectuales son los libros de Chomsky y de ese fósil llamado Eduardo Galeano, cuya obra “Las venas abiertas de América Latina” es considerada la Biblia de los idiotas por cualquiera con dos dedos de frente (de paso, como anota con acierto Mary Anastasia O’Grady, columnista de Wall Street Journal, la intención del venezolano resentido al regalarle a Barack Obama un ejemplar del libro de Galeano, fue una manera de restregar sus prejuicios anticapitalistas y antiestadounidenses en la cara del mandatario yanqui frente a un pelotón de cámaras de televisión).

Deberíamos mostrar un poco más de carácter con alguien así. Chávez es una amenaza regional y tarde o temprano lamentaremos no haberle puesto un freno.


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LA RAZON

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