Por Humberto Campodónico
La transparencia en las actividades extractivas, como minería y petróleo, ha sido materia de una creciente preocupación en los últimos años. La transparencia hace referencia, en lo fundamental, a que las empresas mineras y petroleras divulguen al público sus ingresos, costos, utilidades y, también, los impuestos que pagan al fisco. Así, la transparencia es un instrumento importante en la lucha contra la corrupción.
Este tema, así como el impacto de la baja de precios de los minerales y el petróleo, está en la agenda de la reunión anual del Revenue Watch Institute (Observatorio de los Ingresos de las Industrias Extractivas) que se está llevando a cabo en Washington. Esta reunión anual coincide con otros eventos sobre el mismo tema que realiza la Iniciativa para la Transparencia de Industrias Extractivas (EITI, de la cual el Perú forma parte, ver Saludable transparencia minera y petrolera, www.cristaldemira.com, 21/7/08) y la organización “Publica lo que pagas” (Publish what you pay).
En una de las primeras intervenciones, uno de los asistentes dijo que los países industrializados, en particular EEUU, no están en buena posición, ya que todo el proceso de las hipotecas basura fue un dechado de poca transparencia en el desregulado sistema financiero. Y algo parecido sucede con el Plan de Asistencia a los bancos (TARP, en inglés) donde se sabe poco acerca del uso de miles de millones de dólares.
Los ciclos de precios de los minerales y del petróleo también fueron discutidos. En la fase de alza, tuvieron importancia central los procesos de industrialización acelerada, en una primera etapa de los países asiáticos (Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Hong Kong), así como, posteriormente, de los llamados BRICs (Brasil, Rusia, India y China) y de los países emergentes en general.
¿Qué países aprovecharon mejor esta alza de precios? ¿Quiénes pusieron en marcha los instrumentos adecuados para captar una mejor porción de la renta petrolera y minera? Por tanto, ¿qué países “guardaron pan para mayo” en la fase de alza del ciclo? Una conclusión general, aunque no exclusiva, se refirió a la importancia de Fondos que centralizaron los ingresos gubernamentales, como Azerbaiján (petróleo) y Chile (cobre). No sucedió lo mismo en el Perú, donde si bien subieron los ingresos fiscales debido al alza de precios no se captó la porción correspondiente de las sobreganancias que obtuvieron las empresas mineras y petroleras.
También estuvo en agenda el comportamiento de los grandes nuevos actores, principalmente China. A diferencia de las empresas mineras y petroleras de los países “tradicionales”, las empresas chinas llegan a muchos países –sobre todo africanos– como parte de una estrategia global que incluye importantes inversiones en infraestructura y, también, ayuda para programas sociales. La razón es simple: China necesita las materias primas para su proceso de industrialización y conseguirlas es una política de Estado.
Igualmente, se trató sobre la duración de este periodo de bajos precios, lo que está relacionado con la situación económica general, ya que si hay reactivación económica los precios de las materias primas se recuperarán. Lo que llevó a la discusión sobre China –otra vez– y si es que esa economía puede convertirse en la nueva locomotora del crecimiento, aun si este es más lento. Aquí hubo opiniones divididas, pero parece difícil que China, en este momento, pueda sustituir a EEUU.
Para terminar, lo más importante es siempre la generación de la renta petrolera, y cómo esta se distribuye. Puede haber mucha transparencia, enmarcada en un proceso de escasa apropiación de la renta por el Estado que la genera. Y viceversa. Por eso, se trata de lograr una renta apropiada, con las cuentas claras y abiertas al público. La preocupación por la transparencia –que comenzó a principios de esta década con el EITI– continúa viento en popa y con más pasajeros a bordo.
LA REPUBLICA
La transparencia en las actividades extractivas, como minería y petróleo, ha sido materia de una creciente preocupación en los últimos años. La transparencia hace referencia, en lo fundamental, a que las empresas mineras y petroleras divulguen al público sus ingresos, costos, utilidades y, también, los impuestos que pagan al fisco. Así, la transparencia es un instrumento importante en la lucha contra la corrupción.
Este tema, así como el impacto de la baja de precios de los minerales y el petróleo, está en la agenda de la reunión anual del Revenue Watch Institute (Observatorio de los Ingresos de las Industrias Extractivas) que se está llevando a cabo en Washington. Esta reunión anual coincide con otros eventos sobre el mismo tema que realiza la Iniciativa para la Transparencia de Industrias Extractivas (EITI, de la cual el Perú forma parte, ver Saludable transparencia minera y petrolera, www.cristaldemira.com, 21/7/08) y la organización “Publica lo que pagas” (Publish what you pay).
En una de las primeras intervenciones, uno de los asistentes dijo que los países industrializados, en particular EEUU, no están en buena posición, ya que todo el proceso de las hipotecas basura fue un dechado de poca transparencia en el desregulado sistema financiero. Y algo parecido sucede con el Plan de Asistencia a los bancos (TARP, en inglés) donde se sabe poco acerca del uso de miles de millones de dólares.
Los ciclos de precios de los minerales y del petróleo también fueron discutidos. En la fase de alza, tuvieron importancia central los procesos de industrialización acelerada, en una primera etapa de los países asiáticos (Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Hong Kong), así como, posteriormente, de los llamados BRICs (Brasil, Rusia, India y China) y de los países emergentes en general.
¿Qué países aprovecharon mejor esta alza de precios? ¿Quiénes pusieron en marcha los instrumentos adecuados para captar una mejor porción de la renta petrolera y minera? Por tanto, ¿qué países “guardaron pan para mayo” en la fase de alza del ciclo? Una conclusión general, aunque no exclusiva, se refirió a la importancia de Fondos que centralizaron los ingresos gubernamentales, como Azerbaiján (petróleo) y Chile (cobre). No sucedió lo mismo en el Perú, donde si bien subieron los ingresos fiscales debido al alza de precios no se captó la porción correspondiente de las sobreganancias que obtuvieron las empresas mineras y petroleras.
También estuvo en agenda el comportamiento de los grandes nuevos actores, principalmente China. A diferencia de las empresas mineras y petroleras de los países “tradicionales”, las empresas chinas llegan a muchos países –sobre todo africanos– como parte de una estrategia global que incluye importantes inversiones en infraestructura y, también, ayuda para programas sociales. La razón es simple: China necesita las materias primas para su proceso de industrialización y conseguirlas es una política de Estado.
Igualmente, se trató sobre la duración de este periodo de bajos precios, lo que está relacionado con la situación económica general, ya que si hay reactivación económica los precios de las materias primas se recuperarán. Lo que llevó a la discusión sobre China –otra vez– y si es que esa economía puede convertirse en la nueva locomotora del crecimiento, aun si este es más lento. Aquí hubo opiniones divididas, pero parece difícil que China, en este momento, pueda sustituir a EEUU.
Para terminar, lo más importante es siempre la generación de la renta petrolera, y cómo esta se distribuye. Puede haber mucha transparencia, enmarcada en un proceso de escasa apropiación de la renta por el Estado que la genera. Y viceversa. Por eso, se trata de lograr una renta apropiada, con las cuentas claras y abiertas al público. La preocupación por la transparencia –que comenzó a principios de esta década con el EITI– continúa viento en popa y con más pasajeros a bordo.
LA REPUBLICA
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