14.5.09

No discrimines, tonto

INVESTIGAR A TODOS

Por: Fernando Vivas Periodista

Los grandes proyectos nacionales, las mejores ideas, los trucos que nunca fallan se van al traste cuando se percibe que llevan, aunque sea en minúsculas partículas, motivos de discriminación.

Estamos viviendo en todos los frentes —y en democracia, gracias a Dios— una revuelta de los igualados. Habría que ser demasiado ingenuo para ignorarla o demasiado creído y ultraconservador para pretender replicarla. Quiero rescatar esos términos políticamente incorrectos porque recogen en su coloquialidad la sorpresa del que descubre que el otro tiene toda la razón al reclamarle un trato recíproco o, mejor aun, se da cuenta, viéndose en el espejo de las relaciones sociales, que a veces uno peca de creído y otras se comporta como un digno igualado. Entonces es cuando hay que decirse a uno mismo: No discrimines, tonto.

Todo esto viene a cuento de una metida de pata perpetrada en estos días por algunos políticos y periodistas: denunciar en voz alta a Nadine Heredia, aspirante a primera dama al lado de Ollanta Humala, por ser presuntamente financiada por el chavismo y dar mínima importancia a denuncias contra Salvador Heresi, candidato a la alcaldía limeña acusado de desbalance patrimonial o contra Yary Valencia, esposa del dirigente aprista César Zumaeta, pillada en una dudosa compra de terrenos subvaluados en Asia, u olvidar el caso de los “petroaudios” que remeció al Gobierno o, tan serio como todo lo anterior, olvidar que la candidatura de Keiko Fujimori apaña al desbalance más grande de nuestra historia.

La sola percepción de que no se trata a todos con el mismo rasero, evidenciada en algunos medios y voceada por el nacionalismo, reafirma a Nadine de Humala al lado de quien se pretende candidato de los discriminados. A pesar de que la denuncia es pertinente, está documentada y revela que el humalismo no puede hacer acopio nacional de recursos para su campaña, hipotecando la que sería su política exterior; su difusión desproporcionada respecto a otras noticias y el inconveniente pedido para que se ventile en una comisión congresal han dado pie a una farsa distractiva de ataques a primeras damas y consortes.

En el bosque de los igualados, no todos son ovejas inocentes, hay lobos a la caza de la primera oportunidad para manipular al rebaño. Solo les basta un incidente de discriminación.

EL COMERCIO

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