Discrepamos de aquellos gobernantes y asesores presidenciales de las potencias mundiales que creen que las relaciones internacionales deberían medirse solo en función a reuniones o citas cumbres entre los llamados países “grandes”, sacando así de sus agendas a naciones menos desarrolladas o dejando a éstas simplemente en manos de funcionarios de menor nivel. Existe infinidad de ejemplos que, a través de la historia, demuestran cómo los Estados poderosos necesitaron de países pequeños para conseguir sus más caros objetivos en los campos estratégicos de la política, la economía y la ideología. En el caso concreto de las relaciones bilaterales entre Perú y Estados Unidos, se vive hoy una situación especial, ya que ambas naciones son socias en virtud del tratado de libre comercio (TLC) que este año entró en plena vigencia. Es más, el APRA, partido que rige en este momento los destinos del país, por delegación del voto popular expresada en las elecciones generales del 2006, ha sido y es históricamente afín al colectivo que llevó a Barack Obama a la presidencia de la Unión: el Partido Demócrata. No olvidemos que en el primer gobierno aprista se produjo un encuentro emotivo entre uno de los líderes más caracterizados del Partido Demócrata, el senador Edward “Ted” Kennedy, y el entonces mandatario peruano Alan García. Da la casualidad que ahora le tocó ejercer el mando supremo del Estado peruano nuevamente al doctor García, y bajo esta condición recibió en Palacio, hace apenas unos días, a otro destacado dirigente demócrata, el ex presidente de EE UU Bill Clinton, estrechándose así mucho más aún los vínculos y el compromiso de trabajar juntos en tareas de gobierno.
Ahora, incluso, conocemos que el canciller José Antonio García Belaunde se reunirá con la secretaria de Estado de los EE UU, Hillary Clinton, esposa de Bill Clinton, el próximo lunes 6 de abril en Washington a fin de abordar, entre otros asuntos bilaterales, la posibilidad de que se realice una cumbre entre el presidente García y su homólogo Barack Obama. Aquello serviría para reforzar la cooperación entre una nación poderosa como EE UU y un país emergente que cuenta con una de las economías latinoamericanas más sólidas. Pensamos que es el momento de romper cartabones, como lo ha venido haciendo el mandatario Obama, el primer presidente de color de los EE UU, al ser uno de los hombres que mejor entiende la realidad estadounidense y el cambio que representa la tecnología para el mundo. No olvidemos que Obama usó la Internet tan bien que le significó en la práctica un factor determinante para vencer electoralmente a su contendor.
Estamos convencidos de que hay temas en los cuales ambos países pueden cooperar de manera especial. Por ejemplo en la lucha contra el narcotráfico, en la seguridad antiterrorista, el cuidado del medio ambiente e inclusive en la posibilidad de instalar una base militar en el Perú que reemplace a la de Manta (Ecuador). Por todo ello, formulamos votos porque la posibilidad del encuentro García-Obama se concrete durante la Cumbre de las Américas, foro que se desarrollará del 17 al 19 de abril en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago.
EXPRESO
Ahora, incluso, conocemos que el canciller José Antonio García Belaunde se reunirá con la secretaria de Estado de los EE UU, Hillary Clinton, esposa de Bill Clinton, el próximo lunes 6 de abril en Washington a fin de abordar, entre otros asuntos bilaterales, la posibilidad de que se realice una cumbre entre el presidente García y su homólogo Barack Obama. Aquello serviría para reforzar la cooperación entre una nación poderosa como EE UU y un país emergente que cuenta con una de las economías latinoamericanas más sólidas. Pensamos que es el momento de romper cartabones, como lo ha venido haciendo el mandatario Obama, el primer presidente de color de los EE UU, al ser uno de los hombres que mejor entiende la realidad estadounidense y el cambio que representa la tecnología para el mundo. No olvidemos que Obama usó la Internet tan bien que le significó en la práctica un factor determinante para vencer electoralmente a su contendor.
Estamos convencidos de que hay temas en los cuales ambos países pueden cooperar de manera especial. Por ejemplo en la lucha contra el narcotráfico, en la seguridad antiterrorista, el cuidado del medio ambiente e inclusive en la posibilidad de instalar una base militar en el Perú que reemplace a la de Manta (Ecuador). Por todo ello, formulamos votos porque la posibilidad del encuentro García-Obama se concrete durante la Cumbre de las Américas, foro que se desarrollará del 17 al 19 de abril en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago.
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