Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe
“¿Cómo vas a querer la verdad y la justicia si cada mañana te sirven una ración de chismes necios y de bajas injurias que trastornan tus valores y nublan tu inteligencia?”
Emile Zola, Yo acuso
Abimael Guzmán tiene derecho a salir al patio. Víctor Polay también. Y nadie publica una foto al respecto. Porque, claro, tienen que respetarse sus derechos humanos. ¿Para qué, después de todo, son los DD HH sino para proteger a terroristas? Pero Alberto Fujimori, no, ése que se pudra. “Técnicamente es como si hubiera fugado”, dice un tinterillo de las ONG. ¡Por las barbas de Gramsci (bueno, no tenía, pero ustedes entienden), es un ex presidente de la República y está condenado a 25 años, que a su edad equivale a sentencia de muerte! ¿Y no puede dar una caminata dentro de la prisión? ¿Qué quieren? ¿Que, como a Leguía, lo encierren en un cuarto con ventanas tapiadas y arrojen la llave?
Lo mismo pasó con ‘Bieto’ Químper cuando asomó a la puerta de su casa, en pijama. ¡Violó el arresto domiciliario! ¡Que lo manden a San Jorge!, chillaban algunos.
¿Por qué será que los caviares tienen entraña de carceleros? ¿Será porque dentro de ellos habita un enano estalinista? ¿Será que imaginan el paraíso como un enorme Gulag? Y no solo algunos periodistas progres –que de seguro hubieran vivido felices en la RDA trabajando de soplones para la Stasi– caen en estas bajezas. Miren al procurador Caldas, pidiendo a gritos la detención del ex presidente de Petroperú.
César Gutiérrez cumple todas las exigencias de una persona que está con comparecencia restringida. Firma todos los meses en el juzgado correspondiente. Salió en tres oportunidades fuera del país, con permiso, por motivos laborales y retornó en la fecha prevista. Y ya ha pagado el íntegro de la caución exigida. Pero nada de eso importa. Que se vaya a la reja, para dejar contento al (Felipe Pardo y Aliaga dixit) carretón tirado por dos mulas chilenas, que lo ha convertido en la más reciente víctima de sus campañas.
Como bien decía Solzhenitsyn, que de esto sabía mucho, hay gente que tiene “alambre de espino en el alma”.
LA RAZON
uribs@larazon.com.pe
“¿Cómo vas a querer la verdad y la justicia si cada mañana te sirven una ración de chismes necios y de bajas injurias que trastornan tus valores y nublan tu inteligencia?”
Emile Zola, Yo acuso
Abimael Guzmán tiene derecho a salir al patio. Víctor Polay también. Y nadie publica una foto al respecto. Porque, claro, tienen que respetarse sus derechos humanos. ¿Para qué, después de todo, son los DD HH sino para proteger a terroristas? Pero Alberto Fujimori, no, ése que se pudra. “Técnicamente es como si hubiera fugado”, dice un tinterillo de las ONG. ¡Por las barbas de Gramsci (bueno, no tenía, pero ustedes entienden), es un ex presidente de la República y está condenado a 25 años, que a su edad equivale a sentencia de muerte! ¿Y no puede dar una caminata dentro de la prisión? ¿Qué quieren? ¿Que, como a Leguía, lo encierren en un cuarto con ventanas tapiadas y arrojen la llave?
Lo mismo pasó con ‘Bieto’ Químper cuando asomó a la puerta de su casa, en pijama. ¡Violó el arresto domiciliario! ¡Que lo manden a San Jorge!, chillaban algunos.
¿Por qué será que los caviares tienen entraña de carceleros? ¿Será porque dentro de ellos habita un enano estalinista? ¿Será que imaginan el paraíso como un enorme Gulag? Y no solo algunos periodistas progres –que de seguro hubieran vivido felices en la RDA trabajando de soplones para la Stasi– caen en estas bajezas. Miren al procurador Caldas, pidiendo a gritos la detención del ex presidente de Petroperú.
César Gutiérrez cumple todas las exigencias de una persona que está con comparecencia restringida. Firma todos los meses en el juzgado correspondiente. Salió en tres oportunidades fuera del país, con permiso, por motivos laborales y retornó en la fecha prevista. Y ya ha pagado el íntegro de la caución exigida. Pero nada de eso importa. Que se vaya a la reja, para dejar contento al (Felipe Pardo y Aliaga dixit) carretón tirado por dos mulas chilenas, que lo ha convertido en la más reciente víctima de sus campañas.
Como bien decía Solzhenitsyn, que de esto sabía mucho, hay gente que tiene “alambre de espino en el alma”.
LA RAZON
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