28.10.09

Esperpento nacional

La pregunta que anda rondando las redacciones es si el juez Barreto permitirá que el pintoresco lobbista dominicano Fortunato Canaán (¡el peinado y el nombre son de antología!) regrese a su país tras sus declaraciones o si le restringirá la salida y este tan caribeño personaje se quedará a vivir en un hotel (en el mejor de los casos) por un buen tiempo, habida cuenta de que es un protagonista tan importante del escándalo de los "petroaudios" como los detenidos Rómulo León y Bieto Quimper. ¿O no es la ley igual para todos?

Si bien es verdad que su voz no ha sido registrada en grabaciones, todos los testimonios apuntan a que "Yo te mato, Fortunato" estuvo metido hasta el cuello en el tema en sus inicios. Se podría alegar que no es culpable de nada -hasta donde sabemos, la tentativa no es punible- más que de ser un pendejo, pues Rómulo lo desembarcó sin asco para proseguir él solo como representante de los noruegos y Bieto es en todo caso el más comprometido de todos al haber sido miembro del directorio de Perupetro.

Es que al final del día este escándalo es tan feo no por sus resultados finales -la mayor parte de los pozos se ganaron sin competencia y no se firmaron los contratos. Y no eran lotes de Arabia Saudita, sino apenas prospectos en un país que hasta ahora ha demostrado ser muy poco afortunado en almacenar petróleo en cantidades importantes en sus entrañas. Además, todo indica que el rival Petro-Tech no era tampoco la Madre Teresa de Calcuta y ojo que a éstos les permitieron venderse por una millonada sin un parpadeo- sino por toda esa maraña de tratativas impropias y corruptas que reveló, con ese cuadro de visitas ministeriales a suites, de pláticas sobre "aceitadas", de traductoras rubias en minifalda, de archivos porno, de imitaciones cómicas geniales, de altos contactos y de componendas con hartas lisuras y frases célebres ("¡Hemos hecho un faenón!") del inolvidable Bieto, todo un triste cuadro de picaresca moderna que lamentablemente manchó al segundo gobierno aprista.

Además, tal parece que los "colaterales" son los que pintan más sabrosos, con "Bietoaudios" con jueces, con novias despechadas y con unos "petroespías" que acecharon a candidatos presidenciales, empresarios, abogados, agregados extranjeros, etc...

Escándalos como éste, así como los de algunos congresistas (apodos como "Mataperro", "Robaluz", "Acuchillado", "Comepollo", "Lavapiés", etc. suenan a alias de otros fondos), los jugadores de la selección de fútbol y el del ahora bendito pulmón, son los que nos hacen una nación tan desconfiada y en donde se ha instaurado una cultura del "Vale todo, cuñao", del "Si el otro es un pendejo y la hace, entonces ¿por qué no yo?", del "Mejor es pedir perdón después que permiso antes" y del "Quien no es conchudo, muere cojudo". En fin, ya veremos cómo acaba este esperpento nacional, esta patética y barata astracanada, este ejemplo tan tóxico para la juventud. ¡Susan Hoefken presidenta!

- Para variar, el Congreso nuevamente se puso a espaldas del país para defender sus intereses políticos y bloqueó el tan necesario y urgente voto voluntario. Los fujimoristas y los humalistas lo hicieron porque temen perder su electorado rural y marginal urbano, mientras que los unionistas y aliancistas lo hicieron de puros tontos teóricos que son. A ver... ¿dónde firmo para apoyar el referéndum?


CORREO

No hay comentarios: