15.10.09

Consultoría peligrosa

Si –como lo repiten expertos y estudiosos– convenimos en que el problema de fondo con Chile es la penetración económica en nuestro país, tiene que llamarnos a reflexión la consultoría impertinentemente adjudicada al consorcio peruano-chileno Governa-Fundación Chile- Conecta Asociados SAC, para efectuar un diagnóstico de las unidades de recursos humanos de toda nuestra administración pública. Nadie está, por cierto, en contra de que los concursos y licitaciones públicas permitan el más amplio abanico de postores nacionales e internacionales. Pero el caso de Chile es sin lugar a dudas particular y amerita un tratamiento también diferente, donde debe prevalecer un dogma estratégico: empresas y capitales chilenos no deben tener acceso al Estado ni tampoco a industrias ni a información de contenido geopolítico. Ello no riñe con el respeto ni con la promoción a la economía de mercado de la que el Perú es líder en la región, dados los resultados macroeconómicos que ahora puede exhibir. Es, más bien, un principio coherente con una posición que debe mantenerse como doctrina de seguridad nacional.

Y adentrarse en las entrañas del aparato estatal, conocer la calidad, cantidad, identidad, remuneración, educación, etc., de nuestros recursos humanos con el objeto de proponer pautas generales y/o específicas para el desenvolvimiento de la administración pública, es, sin duda, una acción estratégica. En la misma línea, trabajar para la reforma del Estado, aunque fuere estudiando y proponiendo soluciones en el ámbito de los recursos humanos –que incluye a municipalidades, y regiones, así como a todos los quintiles de pobreza, otro de los encargos a la consultora– también lo es. Información de esta naturaleza no puede ni debe entregarse de manera desaprensiva sin tener en cuenta consideraciones básicas sobre nuestra soberanía.

En Chile jamás sería posible una situación así. Ninguna empresa peruana sería admitida a una licitación que se entrometa en las entrañas del Estado. Nunca lo ha sido ni lo será. Porque allá aquello forma parte de una política de Estado que se respeta invariablemente y para lo cual se adecuan los mecanismos que se tengan que considerar. ¿Por qué nosotros no podemos hacer lo mismo, máxime si en el caso nuestro hay todo un telón de fondo que debemos considerar?

Exhortamos al presidente del Consejo de Ministros a tomar cartas en el asunto para dejar sin efecto este monumento a lo absurdo. Seguro que esta adjudicación se ha hecho siguiendo los pasos burocráticos. Pero resulta imperdonable que nadie se haya percatado, en el proceso, de sus implicancias y consecuencias. Eso es lo que nos falta en el tema, siempre recurrente, de nuestras difíciles relaciones con Chile: desarrollarlas con un enfoque estratégico de política de Estado en extremo celosa de nuestra seguridad nacional.

EXPRESO

No hay comentarios: