16.10.09

Cuán verde era mi dólar

Por: Mirko Lauer

Las críticas de ADEX al BCR para mantener el dólar a flote son el principal enfrentamiento de un sector empresarial importante con la política económica del gobierno en muchos años. El tema es que un dólar a la baja vuelve menos rentables a las exportaciones y que, a pesar de la importancia teórica del mercado, el Estado debe hacer algo para evitarlo.

La respuesta del BCR es que los problemas del dólar se dan hoy en todo el mundo, que las revaluaciones de monedas en la región son la norma, y que por último un dólar a la baja abarata los insumos de los exportadores. Aun así, el BCR compra dólares para valorizarlos frente al sol, pero en estos días con muy poco éxito.

El descrédito mundial del dólar es un hecho, y no solo en el arbitraje con otras monedas del mundo. China sigue reclamando otra moneda de referencia internacional, y los productores de petróleo se niegan a recibir únicamente dólares por su producto. No es que los verdes vayan a desaparecer, pero su circulación se está restringiendo.

En el Perú el flujo en dólares más bien goza de buena salud. Hay consenso sobre dos causas: más exportaciones y más inversión directa del exterior. Hay polémica en torno de una tercera causa: el ingreso desmedido de capitales especulativos. El BCR dice que han disminuido desde el 2008, igual ADEX insiste en medidas para ponerles coto.

El conflicto no ha salido de las páginas económicas debido a que los datos en juego entre el público son algo más amplios que los intereses de ADEX y los criterios del BCR. Para la población hay cosas que decir a favor de un dólar alto (más empleo en la exportación) y a favor de un dólar bajo (alimentos menos caros, por ejemplo).

De otra parte, si bien los efectos de la caída del dólar en la calle son obvios, sus alcances son bastante especializados. No es algo que se resolverá con una encuesta (¿A cuánto cree Ud que debe estar el dólar?). Cada uno respondería de acuerdo a sus intereses, es decir si gana o si debe en dólares o soles.

Por esto, entre otras cosas, llevar el reclamo de un dólar más alto a los medios de prensa resulta un extraño camino. Uno pensaría que un BCR que fije su política de acuerdo a los reclamos populares sería una pesadilla para empresarios como los agrupados en ADEX. Además de que no se sabe bien de qué lado se inclinaría esa presión.

A pesar de un decenio y medio de estabilidad y mínima inflación, el peruano es un mercado duro de desdolarizar. De un lado están los motivos mencionados en el cuarto párrafo. De otro están la costumbre (y el prestigio, como en “Fulano gana en dólares”) que asocia automáticamente dólar con seguridad y el costo de pasar de una moneda a otra en las actuales circunstancias.


LA REPUBLICA

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