28.10.09

Es verdad

Que el Estado NO actúa como corresponde en nuestra vialidad, es correcto, no actúa. NO asume la “Educación vial” como política de estado, si es verdad. NO educa a nuestros hijos en las escuelas para prevenir los accidentes viales, nada más cierto. NO controla eficientemente el tránsito, si es verdad. NO otorga con la seriedad y profesionalismo que las actuales circunstancias lo ameritan las licencias de conducir, totalmente cierto. Sin embargo lo que NO hace el Estado, NO NOS DISCULPA de lo que podemos hacer cada uno de nosotros. Sin perjuicio de continuar EXIGIENDO nuestros derechos al estado en el cumplimiento de su función, cada uno, desde el “rol” que la vida nos designó, podemos y debemos hacer algo para paliar los efectos de esta tremenda pandemia, este deterioro social y cultural, esta insensibilidad que padecemos con respecto a los accidentes de tránsito. Acuérdense los cincuentones, cuando nosotros, los que hoy somos adultos, cuando éramos niños y jugábamos en la calle con la más absoluta tranquilidad, hoy nuestros hijos y nietos “se juegan” la vida en la calle. Se lesionan y mueren más por accidentes viales que por el sida, cáncer, o cualquier otra enfermedad. Nosotros mismos muchas veces los lastimamos más, con nuestra falta de conciencia del riesgo. Es cierto que el “estado” es la sociedad organizada, pero también es cierto que cada uno de nosotros somos la sociedad. Los convoco amigos lectores a reflexionar seriamente en la posibilidad de organizarnos a través de nuestras comunidades vecinales, en torno a nuestros gobiernos locales, con la única finalidad de impulsar la institucionalidad de la educación vial como política de Estado en nuestra patria.


LA PRIMERA

No hay comentarios: