27.10.09

La economía más allá del plan de estímulo fiscal

A manera de balance, el ministro de Economía, Luis Carranza, ha defendido los resultados del plan de estímulo fiscal para enfrentar los estertores de la crisis internacional. Sin embargo, también ha debido reconocer que la inversión en nuevos proyectos no ha marchado al ritmo de lo esperado, debido a las debilidades del aparato estatal para administrar eficaz y eficientemente el gasto público.

Es claro que esta política contracíclica —orientada a gastar más en una época de menores ingresos— empezó muy tarde, cuando la crisis ya había estallado. En este sentido, es un avance que la inversión sea del 51% , aunque esos resultados revelan también que la capacidad del gasto del Estado tiene que mejorar.

Y es que si bien en el plan de infraestructura se han cumplido las metas —en proyectos de inversión el avance es del 40%, fideicomisos regionales 36%, continuidad de inversiones 34% y mantenimiento de carreteras 100%)—, en materia de los programas de reinserción laboral se ha avanzado un 3%.

Ante esto y frente a los vaivenes de la economía mundial, los analistas señalan en que no debemos ser pesimistas, pero tampoco complacientes respecto a la situación del país.

De un lado, consideran que si bien en el 2008 crecimos en 10% y este año apenas se llegaría al 2%, la economía no se ha encogido; es más, el PBI creció 0,25% en agosto.

De otro lado, no obstante, exigen que Estado gaste bien y sobre todo mantenga una política monetaria vigilante que examine con cuidado las consecuencias en el largo plazo de bajar las tasas de interés en el aumento del crédito. Asimismo, señalan el papel de los gobiernos regionales y locales, con una gran responsabilidad en la administración del gasto.

Renglón aparte es la caída de las exportaciones y de sectores como el manufacturero, que junto con la inversión privada contribuyen al PBI. Como hemos señalado en esta columna, el aporte del sector privado es fundamental para retomar un crecimiento sostenido, aun cuando es evidente que su participación se ha visto menoscabada este año por la crisis internacional y el próximo puede verse igualmente afectada por la coyuntura electoral.

Por ello, si bien el Perú será el único país de la región en terminar el año con cifras en azul, ello debería ser un estímulo para asumir las tareas que exige un desarrollo sostenible. Y es que, como otras naciones latinoamericanas, tenemos el reto de incrementar el ingreso per cápita, y no solo a niveles precrisis.

El Gobierno debe, pues, conducir a buen término el plan de estímulo fiscal, con los fondos disponibles, para devolver al país y a los diferentes agentes económicos la confianza que se necesita en el modelo económico.


EL COMERCIO

No hay comentarios: