27.10.09

Píldoras para sincerarnos

EL INCREÍBLE FALLO DEL TC

Por: Fernando Vivas

Primera píldora: El artículo 2 de nuestra Constitución dice: “El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece”. Es a partir de este inciso que los conservadores buscan frenar todo avance liberal en materia de derechos sexuales y reproductivos.

En la agenda “ultra” está penalizar toda forma de aborto, incluido el terapéutico que hoy es legal; determinar judicialmente que la anticoncepción oral de emergencia (AOE) es abortiva y, por lo tanto, cancelar no solo su distribución gratuita como acaba de ordenar el TC sino su libre venta en el mercado; cuestionar, por extensión, a todos los métodos anticonceptivos que incluyan los componentes de la AOE mientras se hacen campañas sobre la presunta ineficacia del condón; oficializar el registro nacional del concebido que se creó en época del ministro Fernando Carbone; estigmatizar el sexo no procreativo. Ante nubes tan oscuras, qué digo, oscurantistas, es hora de un profundo debate constitucional para que el Congreso reforme ese inciso y precise que sus alcances limitan con los derechos reproductivos de las mujeres.

Segunda píldora: El argumento técnico conservador contra la AOE reposa en el posible efecto, además de inhibir la fecundación, que esta podría tener sobre la implantación del óvulo en el endometrio, o sea, luego de la concepción. Nuestro Colegio Médico y la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se han detenido en esa duda remota y recomiendan su uso. Sucede que la doctrina farmacológica obliga a los laboratorios a dejar constancia de cualquier efecto colateral por más incierto que sea. Hay que ser sinceros y proporcionales: ese mistificado tercer efecto sobre un embrión apenas nacido, aun si se diera (no hay investigaciones que lo demuestren a carta cabal), no puede frenar una política que beneficia a mujeres pobres y en especial a las víctimas de violaciones. O se ignora de plano como ha hecho la OMS o se supera su debate con una legislación que despenalice el aborto.

Tercera píldora: Aquí no hay provida versus antivida, sino discrepancia entre quienes ponen el acento en la concepción y quienes lo ponen en la vida de las mujeres y el ejercicio de su libertad.

Cuarta: No es este el primer fallo del TC contra la marcha del Estado moderno. Acaba de golpear al INC con igual gravedad. Hay que refundarlo.

Quinta: A nadie le gusta el aborto ni el abuso de métodos de emergencia. Hay que prevenir los embarazos no deseados con educación sexual responsable.



EL COMERCIO

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