A medida que sigue avanzando el mandato de los actuales congresistas no podemos sino cruzar los dedos para que dejen de cometer tantas barbaridades. Realmente le están haciendo un tremendo daño a una institucionalidad que hoy prácticamente no existe en el país. Uno hubiera esperado que las mentes con más lucidez entre los parlamentarios tratarían de evitar esta situación y buscarían mecanismos para asegurar que el próximo Congreso no sea tan malo.
Lamentablemente, el cortoplacismo parece reinar en el Parlamento, en lugar de una discusión a fondo sobre las reformas constitucionales necesarias para que el primer poder del Estado recobre credibilidad y confianza en la población, el Congreso está discutiendo si se le aumentan los ingresos a los parlamentarios para que puedan viajar 5 días más al mes. Asimismo, a pedido de comerciantes y hoteleros están restableciendo ineficientes y costosas exoneraciones tributarias que no quieren ni los habitantes ni los gobiernos regionales.
Por otro lado, el 'otoronguismo’ continúa avanzando, con una tinterillada que bordea en prevaricato y que no resiste mayor análisis, están protegiendo a la congresista 'robaluz’, seguro debido a que muchos están pensando que cualquiera de ellos podría ser el próximo caso. Asimismo, dos mesas directivas sucesivas del Congreso han encarpetado hace más de medio año la denuncia contra el congresista 'chuponeador’, famoso porque grababa sus conversaciones, las editaba y luego las circulaba. Parece que para dos presidentes del Congreso –uno de los cuales es ahora primer ministro– el aspecto moral es secundario al beneficio de contar con un voto adicional. Gran ejemplo para la juventud.
No tenemos duda de que el rechazo al Congreso justifica que se discuta a fondo las reformas necesarias para que el Legislativo recobre prestigio ante el electorado. Entre los temas pendientes no solo están el voto voluntario y la renovación por tercios del Parlamento, también está el establecer requisitos mínimos para ser parlamentario.
Así tenemos que podrá sonar muy democrático el que un analfabeto pueda ser candidato, pero el hecho es que si realmente esperamos que cumpla algún rol o aporte al trabajo del Congreso lo mínimo que requiere es saber leer. Al final de cuentas, al Parlamento se va a legislar y no a tontear. Asimismo, si gente con prontuario criminal no es usualmente aceptada en muchos trabajos, no veo por qué sí puede ser fácilmente parlamentario. Finalmente, a un poder del Estado solo deben acceder quienes han contribuido en algo al erario, y quien nunca ha pagado impuestos personales o laborales no debería ser aceptado.
En realidad no considero que sea elitista el exigir como mínimo secundaria completa, honestidad comprobada sin prontuario y haber sido de una manera u otra contribuyente tributario. La inmensa mayoría de los peruanos cumple con todos esos requisitos por lo que no van a escasear los candidatos y estarán todos los grupos representados. Más bien se restablecerá el equilibrio ya que hoy están sobre representados en el Congreso el lumpen y los desadaptados.
PERU 21
Lamentablemente, el cortoplacismo parece reinar en el Parlamento, en lugar de una discusión a fondo sobre las reformas constitucionales necesarias para que el primer poder del Estado recobre credibilidad y confianza en la población, el Congreso está discutiendo si se le aumentan los ingresos a los parlamentarios para que puedan viajar 5 días más al mes. Asimismo, a pedido de comerciantes y hoteleros están restableciendo ineficientes y costosas exoneraciones tributarias que no quieren ni los habitantes ni los gobiernos regionales.
Por otro lado, el 'otoronguismo’ continúa avanzando, con una tinterillada que bordea en prevaricato y que no resiste mayor análisis, están protegiendo a la congresista 'robaluz’, seguro debido a que muchos están pensando que cualquiera de ellos podría ser el próximo caso. Asimismo, dos mesas directivas sucesivas del Congreso han encarpetado hace más de medio año la denuncia contra el congresista 'chuponeador’, famoso porque grababa sus conversaciones, las editaba y luego las circulaba. Parece que para dos presidentes del Congreso –uno de los cuales es ahora primer ministro– el aspecto moral es secundario al beneficio de contar con un voto adicional. Gran ejemplo para la juventud.
No tenemos duda de que el rechazo al Congreso justifica que se discuta a fondo las reformas necesarias para que el Legislativo recobre prestigio ante el electorado. Entre los temas pendientes no solo están el voto voluntario y la renovación por tercios del Parlamento, también está el establecer requisitos mínimos para ser parlamentario.
Así tenemos que podrá sonar muy democrático el que un analfabeto pueda ser candidato, pero el hecho es que si realmente esperamos que cumpla algún rol o aporte al trabajo del Congreso lo mínimo que requiere es saber leer. Al final de cuentas, al Parlamento se va a legislar y no a tontear. Asimismo, si gente con prontuario criminal no es usualmente aceptada en muchos trabajos, no veo por qué sí puede ser fácilmente parlamentario. Finalmente, a un poder del Estado solo deben acceder quienes han contribuido en algo al erario, y quien nunca ha pagado impuestos personales o laborales no debería ser aceptado.
En realidad no considero que sea elitista el exigir como mínimo secundaria completa, honestidad comprobada sin prontuario y haber sido de una manera u otra contribuyente tributario. La inmensa mayoría de los peruanos cumple con todos esos requisitos por lo que no van a escasear los candidatos y estarán todos los grupos representados. Más bien se restablecerá el equilibrio ya que hoy están sobre representados en el Congreso el lumpen y los desadaptados.
PERU 21
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