15.2.09

Basadre, voz de orden

El jueves 12 se cumplieron 106 años del nacimiento de Jorge Basadre, el peruano esencial que vino al mundo en la Tacna ocupada.

Ayer, un conjunto de peruanos lo devolvieron a la actualidad a través de un comunicado en que alertan sobre la penetración y la amenaza de Chile, y la complacencia, cuando no complicidad, de Alan García frente a ésta.

Nuestro país es hoy una ratacracia: hay consenso en que el régimen encabezado por el presidente Alan García no puede ser calificado como honesto. Sus personeros fatigan a diario la infamia. No hay lugar rentable donde no estén, ni robo que no practiquen.

Más grave aún es su carencia de sentido nacional.

Gobiernos ladrones hemos tenido muchos, desde el nacimiento de la República. Pero tan antiperuanos como el actual, sólo el del japonés Alberto Fujimori.

Característico del gobierno de Alan García es su prochilenismo. Difícil es definir el origen de esa inclinación. Puede, sin duda, atribuirse a la consagrada venalidad de un hombre que, como varios de sus compañeros de partido y de generación, han hecho de la política un próspero negocio.

El comunicado de los peruanos que se han unido en el grupo de acción JORGE BASADRE está firmado, entre otros, por el general (r) Roberto Chiabra, ex comandante general del Ejército, ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y ex ministro de Defensa. Otro firmante es Manuel Rodríguez Cuadros, ex ministro de Relaciones Exteriores.

El documento expresa, para empezar, preocupación por el “desmesurado armamentismo” de Chile, que, según declaraciones de autoridades militares de ese país, “está dirigido a proteger sus inversiones en el exterior”.

Señalan los autores del documento que las transnacionales chilenas influyen en gremios empresariales y algunas ONG, y ocultan desafíos a los intereses nacionales.

El mayor de éstos es el Acuerdo de Libre Comercio que, a pocos días después de asumir el poder, García firmó con Chile, sin cumplir el requisito que plantea el artículo 56 de la Constitución: “los tratados deben ser aprobados por el Congreso antes de su ratificación por el presidente de la República”.

¿Por qué eludió García esa obligación, siendo así que el acuerdo da a las empresas chilenas carta blanca para hacer lo que quieran en el Perú, sin obligación de respetar nuestras leyes y políticas?

“Acto de sumisión” llaman a ese acuerdo, con noble indignación, los firmantes.

Frente a esa severa acusación, preguntamos si acaso el presidente García no está demostrando, desde hace dos años y medio, una permanente incapacidad moral que aconseja la vacancia del cargo. El Grupo Acción Jorge Basadre no lo propone. Todavía.

Creo que a eso se debe llegar, y pronto, antes de que la incapacidad mental, política y moral del mandatario nos arroje a la ruina y la tragedia.

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