19.2.09

¿Moda ciudadana?

Por: Beatriz Boza

Antes de los cuarenta, era inimaginable ver a hombres y mujeres por igual usando pantalones y, menos aún, vaqueros hechos de algodón denim. Levi’s puso los jeans de moda. Gracias a Coco Channel tenemos el traje sastre de “tweed” con accesorios de perlas, que revolucionó el vestir femenino. En 1916, la U.S. Rubber introdujo las keds, zapatillas de suela de goma, que luego se convirtieron en pieza clave del atuendo casual. Un color y la textura de una tela, o un simple corte y tramado del hilo o una combinación de materiales en su momento revolucionaron la forma de vestir.

Una vez que algo se pone de moda trasciende a quien la propuso porque todos quieren imitarla haciéndola suya, adoptan esa idea como propia y se sienten reflejados en ella. La moda adquiere así vida propia. Y no hay nada más poderoso que cuando una idea se pone de moda.

Algo parecido está ocurriendo en nuestro sector público. Vemos cada vez más cómo el enfoque de buenas prácticas está invadiendo nuestra administración pública. La idea de orientar, en los hechos, la gestión estatal al servicio concreto al ciudadano está capturando la imaginación de cientos de funcionarios, especialmente de los más jóvenes, quienes están convencidos de que pueden hacer una diferencia.

Hoy esa diferencia, con toda su fuerza e innovación, se está dando de manera descentralizada. Desde Quillo (Áncash) y El Tambo (Junín), hasta Matara (Cajamarca) y Acora (Puno), pasando por Piura y Puente Piedra, vemos el germen del buen gobierno.

Es que ser ciudadano no se agota en tener 18 años y poder votar. Para que el voto sea expresión democrática e inteligente de una nación se requiere de ciudadanos informados, exigentes y participativos. Informar a la ciudadanía es ayudar a alfabetizar nuestra democracia.

Cuando en el 2004 empezamos a hablar de buenas prácticas gubernamentales era un concepto nuevo y difícil de entender. Algo parecido ocurrió el 2007 cuando sugerimos generar, entre las entidades del Estado, competencia por servir al ciudadano a partir del RankinCAD. Estas propuestas pudieron trascender porque desde su inicio El Comercio las hizo suyas, así como la Defensoría del Pueblo, los más de setenta voluntarios que generosamente nos apoyan en el jurado y equipo técnico del premio y nuestros socios.

Hoy, Ciudadanos al Día cumple siete años de existir y seis de tener una oficina y nos alegra contribuir a que servir al ciudadano no pase de moda.

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