Sobre un ‘macho men’ (machomenos)

Es el tío más rudo del ‘rioba’. El añejo Mickey Rourke del Pentagonito. El “Machito” Gómez de la Salle entre cuadros de Bolognesi y Leysi Suárez. El que no aguanta pulgas; el político burócrata de mancuerna racista cambia polos según las estaciones; el que hizo carrera lustrando cristiana billetera. Todo un ministro de Defensa, caray. Tendrían que ver la cara que le puso la colega Patricia del Río, la nais de las nais, la bella por donde se le vea. Él llamó a su chamba (RPP), casi con el tocino entre el premolar y el canino, para hablar sobre el caso de Diana Bazán, la cadete violada por el alférez Jesús Ferreyra. Esa, pues, la misma a quien toda la FAP perromuertea y le hace el avioncito con la indemnización. Y ahora, la quieren chotear, dizque, por una inaptitud académica /física. “Que está en evaluación y se verá la decisión de esa fuerza”, acotaste en la radio, con esa indiferencia tajante, machista, como quien se limpia el saco. Tendrías que humedecerte en sus lágrimas. Sufrir su piel. Zambullirte en su vergüenza. Que le han jodido la vida, justo en su sueño más alto; como a esos 14 ayacuchanos desaparecidos por la fuerza que tú negaste, figurando toditos en la Reniec. O cuando llamaste terruco a todo el pueblo de Vizcatán. Tendrías que ser mujer, Ántero: el cuerpo es un templo más compenetrado con la naturaleza. Tendrías que tratarla con más atención, gato fat, porque por “estos guanacos y llamas” estás donde estás. Que si no eres “su ángel de la guarda” deberías ser más caballero en semejante oración pepecista, pues apenas pasó un año y semanas desde su atropello moral y físico. Podría ser tu hija (tu nieta). Que hay maneras de hablar y tú tampoco eres cuarto de lengua de veterano del Vietcong -no te la creas, green beret-.