24.2.09

¿Salir de la crisis?

Por: Walter Gutiérrez

Si bien en el Perú hay cerca de 34.000 leyes, esta no es la totalidad de normas que componen nuestro ordenamiento legal. En realidad, en nuestro país se crea una norma cada media hora, haciendo un total de algo más de 17.500 normas al año, que se suman a las más de 600.000 normas ya existentes; lo peor de todo es que en ese universo normativo nadie puede decir a ciencia cierta qué está vigente.

Por eso, es una buena iniciativa que la Comisión de Justicia del Congreso haya decidido derogar las normas que de manera implícita han dejado de tener vigencia y que, según la información alcanzada, serían unas 20.000 normas.

Se trata de un pequeño pero importante paso para resolver la problemática legal del país. Problemática que se caracteriza por la enorme cantidad de leyes, la sobreproducción normativa y, principalmente, la deficiencia en la técnica legislativa utilizada.
En realidad este y no otro es el problema central de nuestro ordenamiento, pues este mar de normas revela múltiples y graves defectos cuando:

- Se incluyen expresiones como “deróguense todas las disposiciones que se opongan a la presente norma”. – Se modifica una norma y no se propone el texto modificatorio. – Se deroga de modo expreso una norma que había incorporado un texto a otra disposición y se mantiene vigente este último. – Se menciona en la parte considerativa de una norma un dispositivo legal derogado anteriormente de una manera tácita. – Se menciona en la parte considerativa de una norma una disposición legal que ya se encuentra derogada expresamente. – Se utilizan las fe de erratas con propósitos legislativos y no con el propósito de corregir errores materiales. – Se dictan textos únicos ordenados para reunir el texto de una norma con sus modificatorias, pero las modificaciones posteriores se hacen a la norma matriz y no al texto único ordenado. – Se abusa de los decretos de urgencia.

Todas estas son apenas una muestra de las deficiencias que hacen que nuestro sistema legal sea menos técnico y más inseguro. La necesidad de mejorar nuestro ordenamiento legal excede el mero interés jurídico, pues sus defectos son la excusa ideal para que los ciudadanos y el propio Estado burlen la ley.

No hay que olvidar que el sistema legal es un orden sobre cuya base se desarrolla la convivencia social y el mercado; de ahí la importancia de que se le dote de seguridad. Para este propósito, además de derogar leyes, el Congreso deberá preocuparse de mejorar la técnica legislativa.

EL COMERCIO

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