16.2.09

Cine peruano

Digno logro el alcanzado por la cineasta peruana Claudia Llosa, quien –mediante coproducción española– escribió el guión y dirigió la película “La teta asustada”, largometraje que ganó el prestigioso “Oso de O

ro” del Festival de Cine de Berlín, evento más conocido como la Berlinale. Si bien los entendidos de la pantalla grande saben que el Perú es un país que periódicamente entrega películas de hondo contenido artístico y enorme significado humano, la verdad es que el mundo entero hasta hoy no tenía un referente indubitable de la calidad y prestancia de nuestros filmes, que se difunden y salen airosos más que nada gracias al esfuerzo individual de directores, artistas y de contados inversionistas (cuasi mecenas) que se deciden a apoyar a determinadas productoras.

Esto significa que los éxitos del cine nacional se deben a los esfuerzos de la iniciativa privada antes que a algún cronograma público o algún plan sistemático estatal a favor de la producción cinematográfica, realidades éstas que sí existen en otros países como, por ejemplo, México. No olvidemos que el Perú a partir del golpe militar del general Velasco retrocedió muchísimo en materia de producción de películas y de telenovelas, pese a que en los años sesenta nuestra nación se perfiló como la cuna artística de la pantalla chica y del cine de Sudamérica. Posteriormente, ya recobrada la democracia en los ochenta, complotó contra el sétimo arte peruano la virulencia del terrorismo senderista y emerretista, que no sólo espantó a muchos artistas y directores sino que también impidió que lleguen más inversiones para esta actividad cultural. Y, por supuesto, valgan verdades al Estado nunca le importó dar pasos concretos para impulsar el cine peruano.

De manera que en los últimos treinta años, las películas que han sacado cara por nuestro cine, y que lo han hecho con maestría por encima de mil y un obstáculos, son poquísimas personas a las que habría que apoyar de la manera más decidida. Ahora, a la luz del tiempo transcurrido y cuando casi culminamos el primer decenio del siglo XXI, quizá estamos en el mejor momento para retomar ese despegue del cine peruano que quedó trunco, reiteramos, cuando llegó el velascato. Un gran motivo de ello es el premio recibido por la joven compatriota Claudia Llosa, que llena de orgullo no solo al Perú sino también a Latinoamérica al traducir artísticamente en un film un episodio difícil vivido por nuestra historia reciente donde la violencia causada por la subversión fanática y genocida de Abimael Guzmán hizo que muchos peruanos estén en medio de dos fuegos, el de los terroristas y el de las fuerzas del orden.

En resumen, el mundo entero hoy conoce y comprueba el prestigio de los directores de cine del Perú y la calidad histriónica de nuestros artistas, como lo ha demostrado la actriz ayacuchana Magaly Soriel, protagonista de “La teta asustada”. Por todo esto, es el momento de unir mentes y acciones para impulsar el arte en general y la cultura en todas sus facetas, y con mayor razón en materia cinematográfica donde tenemos no sólo un claro potencial a futuro sino talentos que son una realidad en el presente.

No hay comentarios: