A PROPÓSITO DE LAS AUDIENCIAS DE EL COMERCIO
Por: Francisco Távara
La baja aprobación que pueda tener en la población peruana la marcha de la administración de justicia en el país se debe en gran parte a la falta de comunicación con la ciudadanía de lo que es el Poder Judicial. También se debe a la ausencia de canales efectivos a través de los cuales se entregue información y se reciban las quejas y planteamientos de los ciudadanos, de manera directa.
En este sentido, el Poder Judicial, a través del Órgano de Control de la Magistratura (OCMA) y la presidencia de la Corte Suprema, ha venido realizando y participando en encuentros ciudadanos para discutir los problemas de la administración de justicia.
La OCMA realiza permanentes actividades conjuntamente con las organizaciones sociales para exponer y difundir el plan anticorrupción en que está empeñado el Poder Judicial.
Asimismo, la presidencia de la Corte Suprema, los titulares de la OCMA, el fiscal supremo y otros magistrados estuvimos en un evento que puede calificarse de histórico y que se realizó el 25 de setiembre del 2008: la Audiencia Nacional La Justicia en el Perú, organizada por el diario El Comercio.
Al modo de los primeros cabildos de la democracia, la audiencia reunió en un solo escenario (el teatro Felipe Pardo y Aliaga de la Corte Superior de Justicia de Lima) a altas autoridades del Poder Judicial y del Ministerio Público, a juezas y jueces, y a la ciudadanía, hombres y mujeres de a pie quienes formularon libremente sus denuncias y sus reclamos.
La magistratura se hizo presente no para recibir aplausos, sino para atender críticas. Porque un derecho fundamental también es criticar las resoluciones judiciales y, con ello, la propia institución de justicia.
Además, constituye una exigencia que la ciudadanía critique a sus instituciones públicas, fundando sus palabras en una necesaria ética colectiva que involucra a todos los peruanos a trabajar para consolidar un país de justicia e igualdad.
La justicia, como ideal, nunca traza un final, sino un camino. Ella afirma para el Perú un horizonte de democracia y de paz que convoca el compromiso y esfuerzo de toda la patria.
El Poder Judicial está comprometido con la justicia y con el pueblo peruano.
El Poder Judicial contemporáneo ha dejado de ser una institución encerrada en sí misma, para desplegar esfuerzos continuos en pos de ser transparente, promover la participación ciudadana, y porque el eje de su función es el ser humano.
Dicho con brevedad, la institución judicial se ocupa de un valor que interesa a todos los peruanos, y ese es la justicia.
EX PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA
Por: Francisco Távara
La baja aprobación que pueda tener en la población peruana la marcha de la administración de justicia en el país se debe en gran parte a la falta de comunicación con la ciudadanía de lo que es el Poder Judicial. También se debe a la ausencia de canales efectivos a través de los cuales se entregue información y se reciban las quejas y planteamientos de los ciudadanos, de manera directa.
En este sentido, el Poder Judicial, a través del Órgano de Control de la Magistratura (OCMA) y la presidencia de la Corte Suprema, ha venido realizando y participando en encuentros ciudadanos para discutir los problemas de la administración de justicia.
La OCMA realiza permanentes actividades conjuntamente con las organizaciones sociales para exponer y difundir el plan anticorrupción en que está empeñado el Poder Judicial.
Asimismo, la presidencia de la Corte Suprema, los titulares de la OCMA, el fiscal supremo y otros magistrados estuvimos en un evento que puede calificarse de histórico y que se realizó el 25 de setiembre del 2008: la Audiencia Nacional La Justicia en el Perú, organizada por el diario El Comercio.
Al modo de los primeros cabildos de la democracia, la audiencia reunió en un solo escenario (el teatro Felipe Pardo y Aliaga de la Corte Superior de Justicia de Lima) a altas autoridades del Poder Judicial y del Ministerio Público, a juezas y jueces, y a la ciudadanía, hombres y mujeres de a pie quienes formularon libremente sus denuncias y sus reclamos.
La magistratura se hizo presente no para recibir aplausos, sino para atender críticas. Porque un derecho fundamental también es criticar las resoluciones judiciales y, con ello, la propia institución de justicia.
Además, constituye una exigencia que la ciudadanía critique a sus instituciones públicas, fundando sus palabras en una necesaria ética colectiva que involucra a todos los peruanos a trabajar para consolidar un país de justicia e igualdad.
La justicia, como ideal, nunca traza un final, sino un camino. Ella afirma para el Perú un horizonte de democracia y de paz que convoca el compromiso y esfuerzo de toda la patria.
El Poder Judicial está comprometido con la justicia y con el pueblo peruano.
El Poder Judicial contemporáneo ha dejado de ser una institución encerrada en sí misma, para desplegar esfuerzos continuos en pos de ser transparente, promover la participación ciudadana, y porque el eje de su función es el ser humano.
Dicho con brevedad, la institución judicial se ocupa de un valor que interesa a todos los peruanos, y ese es la justicia.
EX PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA
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