Justo hoy en el "Día del Periodista", un gremio donde todos nos amamos tanto, me entero de que murió el gran William Safire, un combativo columnista libertario yanqui cuyo estilo tan directo me impactó mucho. Una verdadera pena. Digo su estilo y no necesariamente todas sus ideas, pues también los fallecidos Eduardo Haro Teglen (comunista español) e Indro Montanelli (conservador italiano) merecen mi mayor reconocimiento y deseo de emulación en cuanto a estilo. Recomiendo los textos de todos ellos a quien pretenda escribir columnas. Los tres eran formidables. - Urge que se den normas para evitar que muchos pillos acudan al esquema del "cascarón" para evadir obligaciones con la Sunat. Esta treta consiste en cambiar de razón social y mudarse con todo a otra empresa, dejando impagos tributos y obligaciones laborales. Es una práctica que ya no debería ser tolerada en nuestro país.
-Este gobierno chileno no la chunta. Eso de invitarnos a esos ejercicios militares con ese nombre y esa hipótesis de guerra tan impertinente eran obviamente un desatino que cualquier político local iba a rechazar. Dado el grado de tirantez con Bachelet, ya lo mejor es reducir los contactos políticos y diplomáticos a lo mínimo posible para evitar más roces y esperar el cambio de gobierno sureño en enero próximo. Con esta antipática de la Bachelet y su gente ya no se puede tratar. - Esto del cambio climático (que unos atribuyen al ser humano y otros a una mayor actividad solar) es bastante preocupante en cuanto parece que efectivamente está intensificando la recurrencia de los desastres naturales, además de los evidentes deshielos en el Ártico y en nuestros glaciares andinos. Por ejemplo, la palabra "tsunami" evocaba un fenómeno raro y muy eventual para mí hasta hace unos pocos años, algo que uno asociaba más bien a ese género de los años 70 de "películas de desastres" (Terremoto, La Aventura del Poseidón, Incendio en la Torre) que estuvieron en boga en los 70 antes de que arribe la ola de las películas de animales agresivos (Tiburón, Grizzly, Mako, etc.) que uno cuando era escolar veía en cines ya extintos como el Roma, Colina, San Antonio, Alhambra, Country, Orrantia y Ambassador (el permisivo cine Ollanta era para películas italianas de calatas con Lando Buzzanca, Agostina Belli y Laura Antonelli, con escenas de senos y alguito más que hoy se ven tranquilamente en la tv local o en una playa europea). Tras ese cataclismo de aquellas navidades pasadas, ese azote parece haberse tornado más frecuente y ayer asoló las islas de Samoa tras un sismo que pasó del grado 7. Lo preocupante es que a pocas horas otro terremoto de esa magnitud se dio en Indonesia. Y estamos hablando de vecinos del Pacífico. Todo esto es muy inquietante para un limeño como yo que respeta mucho a octubre -al que ya entramos hoy- y mayo como meses típicos de sismos, más aún cuando ayer me entero de que hubo un fuerte (rondando los 6 grados) e inusual temblor en Puno.
Dios no quiera, pero... ¿estamos preparados para afrontar otro sismo similar al de Ica? ¿No sería bueno que el Estado le recuerde a la gente lo que se tiene que hacer en estos eventos? P.D. Esta columna descansará por el "Día del Periodista" y regresa el sábado.
CORREO
-Este gobierno chileno no la chunta. Eso de invitarnos a esos ejercicios militares con ese nombre y esa hipótesis de guerra tan impertinente eran obviamente un desatino que cualquier político local iba a rechazar. Dado el grado de tirantez con Bachelet, ya lo mejor es reducir los contactos políticos y diplomáticos a lo mínimo posible para evitar más roces y esperar el cambio de gobierno sureño en enero próximo. Con esta antipática de la Bachelet y su gente ya no se puede tratar. - Esto del cambio climático (que unos atribuyen al ser humano y otros a una mayor actividad solar) es bastante preocupante en cuanto parece que efectivamente está intensificando la recurrencia de los desastres naturales, además de los evidentes deshielos en el Ártico y en nuestros glaciares andinos. Por ejemplo, la palabra "tsunami" evocaba un fenómeno raro y muy eventual para mí hasta hace unos pocos años, algo que uno asociaba más bien a ese género de los años 70 de "películas de desastres" (Terremoto, La Aventura del Poseidón, Incendio en la Torre) que estuvieron en boga en los 70 antes de que arribe la ola de las películas de animales agresivos (Tiburón, Grizzly, Mako, etc.) que uno cuando era escolar veía en cines ya extintos como el Roma, Colina, San Antonio, Alhambra, Country, Orrantia y Ambassador (el permisivo cine Ollanta era para películas italianas de calatas con Lando Buzzanca, Agostina Belli y Laura Antonelli, con escenas de senos y alguito más que hoy se ven tranquilamente en la tv local o en una playa europea). Tras ese cataclismo de aquellas navidades pasadas, ese azote parece haberse tornado más frecuente y ayer asoló las islas de Samoa tras un sismo que pasó del grado 7. Lo preocupante es que a pocas horas otro terremoto de esa magnitud se dio en Indonesia. Y estamos hablando de vecinos del Pacífico. Todo esto es muy inquietante para un limeño como yo que respeta mucho a octubre -al que ya entramos hoy- y mayo como meses típicos de sismos, más aún cuando ayer me entero de que hubo un fuerte (rondando los 6 grados) e inusual temblor en Puno.
Dios no quiera, pero... ¿estamos preparados para afrontar otro sismo similar al de Ica? ¿No sería bueno que el Estado le recuerde a la gente lo que se tiene que hacer en estos eventos? P.D. Esta columna descansará por el "Día del Periodista" y regresa el sábado.
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