CUARENTA AÑOS DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS
Por: José Antonio García * / Serguéi Lavrov *
Probablemente, es difícil encontrar otros dos países tan alejados geográficamente uno del otro. Pero hoy, que celebramos el cuadragésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestras naciones, es obvio que la distancia no es un obstáculo para el respeto mutuo, la amistad y la cooperación multifacética. La veracidad de eso fue comprobada durante la visita oficial que realizó al Perú el presidente de la Federación de Rusia, Dimitri Medvedev, en noviembre del 2008. Los compromisos asumidos entre el mandatario ruso y el señor presidente del Perú, Alan García Pérez, abrieron nuevas perspectivas de asociación entre ambos países, al afianzar su base legal y los mecanismos de cooperación bilateral.
Las extraordinarias relaciones entre el Perú y la Federación de Rusia tienen raíces profundas y antiguas. En el siglo XVII, el ilustre cronista peruano Inca Garcilaso de la Vega escribió sobre la Moskovia. En el siglo XIX, el ruso Mijail Skibitsky participó en la batalla de Ayacucho defendiendo la independencia del Perú del dominio colonial. Ese mismo siglo, expediciones de científicos y almirantes rusos visitaron el Perú. Ya en 1874 el Imperio Ruso y la República del Perú firmaron un tratado de comercio y navegación.
Para los intelectuales y la población peruana, la literatura, la música clásica y el ballet rusos constituyen un elemento importante de la cultura universal, mientras que en Rusia se estiman altamente los logros de la cultura peruana desde la época precolombina hasta el período actual.
Después del establecimiento de las relaciones diplomáticas el 1 de febrero de 1969, la colaboración peruano-rusa adquirió un carácter permanente y empezó a desarrollarse positivamente en diferentes campos: económico, científico, humanitario y técnico-militar.
Hacia mediados de los años 70 el Perú se constituyó en uno de los principales socios de la URSS en América del Sur, ocupando el primer lugar en materia de cooperación aeronáutica civil y militar, y en maquinaria en general. Los especialistas rusos acumularon una notable experiencia producto de su participación en la ejecución de diferentes proyectos en el Perú, tales como el complejo pesquero en la ciudad de Paita; las centrales hidroeléctricas y la exploración de las reservas de los metales no ferrosos e hidrocarburos.
Mención especial merece el desarrollo de los lazos humanitarios y la cooperación educativa que desempeñan un rol destacado en la consolidación de la simpatía mutua entre los dos pueblos. En los años 70 y 80 del siglo pasado los estudiantes peruanos formaron una numerosa comunidad en los centros de enseñanza superior de la URSS. Se estima que, en general, se han graduado alrededor de 10 mil peruanos.
En los años 90, cuando el Perú y la Federación de Rusia estuvieron ocupados en procesos de reformas internas, se produjo una disminución de la cooperación bilateral. Sin embargo, posteriormente las relaciones peruano-rusas experimentaron el inicio de una nueva dinámica positiva que, estamos seguros, tendrá un carácter estratégico y de largo plazo en plena correspondencia con los intereses y aspiraciones de nuestros pueblos. Esta disposición compartida se consolidó con el Tratado de Relaciones de Socios que la República del Perú y la Federación de Rusia firmaron en el 2006.
Hoy en día Rusia retorna a América Latina. Este proceso refleja tanto las tendencias del mundo contemporáneo hacia el desarrollo de una amplia cooperación internacional, como el crecimiento del potencial político y económico de Rusia y de los países latinoamericanos. Asimismo, consideramos que América Latina está convirtiéndose en uno de los centros de crecimiento económico y de influencia política, contribuyendo a la estabilidad del sistema internacional multipolar en formación.
Según señaló el presidente del Perú, Alan García Pérez, actualmente nuestros países son capaces de incrementar sus relaciones a todo nivel, diez veces más de lo alcanzado entre el Perú y la ex Unión Soviética en el desarrollo de sus vínculos. Esta percepción de la cooperación peruano-rusa se basa, en gran medida, en la coincidencia de enfoques del mundo contemporáneo.
Nuestros países defienden con firmeza el principio de la primacía del derecho internacional y el rol central de la Organización de las Naciones Unidas en las relaciones internacionales. Asimismo, abogan por una mayor eficacia de dicha organización mundial y su reforma constructiva sin afectar su misión histórica.
Para Lima y Moscú es evidente la necesidad de unir esfuerzos en la búsqueda de respuestas adecuadas a los nuevos desafíos y amenazas de nuestra época, tales como el terrorismo; el narcotráfico; la proliferación de armas de destrucción masiva; la pobreza; las enfermedades y el deterioro del medio ambiente. Por otro lado, el Perú y Rusia respaldan los esfuerzos internacionales para contrarrestar las consecuencias del calentamiento global.
De igual manera, nuestros países muestran su preocupación por la crisis financiera y económica que azota al mundo. Saludamos el trabajo de todos los países empeñados en reestructurar la actual arquitectura financiera internacional.
Las relaciones peruano-rusas tienen diversas perspectivas de desarrollo. Estamos firmemente dispuestos a seguir profundizando nuestro diálogo político; a dar pasos activos para promover el incremento del comercio bilateral y las inversiones, cuyos volúmenes aún no pueden satisfacernos. Tenemos que emprender esfuerzos a efectos de incrementar nuestra colaboración en el campo de la energía; el turismo; la educación y los vínculos culturales. El aumento de los contactos entre empresarios de ambos países debe jugar, sin duda, un papel importante, al que estamos seguros coadyuvará el establecimiento del Foro Empresarial Peruano-Ruso.
Estamos convencidos de que las relaciones peruano-rusas en el presente siglo tienen amplias perspectivas de desarrollo y proyección de futuro.
JOSÉ ANTONIO GARCÍA BELAUNDE ES MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DEL PERÚ.
SERGUÉI LAVROV ES MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES DE LA FEDERACIÓN RUSA.
EL COMERCIO
Por: José Antonio García * / Serguéi Lavrov *
Probablemente, es difícil encontrar otros dos países tan alejados geográficamente uno del otro. Pero hoy, que celebramos el cuadragésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestras naciones, es obvio que la distancia no es un obstáculo para el respeto mutuo, la amistad y la cooperación multifacética. La veracidad de eso fue comprobada durante la visita oficial que realizó al Perú el presidente de la Federación de Rusia, Dimitri Medvedev, en noviembre del 2008. Los compromisos asumidos entre el mandatario ruso y el señor presidente del Perú, Alan García Pérez, abrieron nuevas perspectivas de asociación entre ambos países, al afianzar su base legal y los mecanismos de cooperación bilateral.
Las extraordinarias relaciones entre el Perú y la Federación de Rusia tienen raíces profundas y antiguas. En el siglo XVII, el ilustre cronista peruano Inca Garcilaso de la Vega escribió sobre la Moskovia. En el siglo XIX, el ruso Mijail Skibitsky participó en la batalla de Ayacucho defendiendo la independencia del Perú del dominio colonial. Ese mismo siglo, expediciones de científicos y almirantes rusos visitaron el Perú. Ya en 1874 el Imperio Ruso y la República del Perú firmaron un tratado de comercio y navegación.
Para los intelectuales y la población peruana, la literatura, la música clásica y el ballet rusos constituyen un elemento importante de la cultura universal, mientras que en Rusia se estiman altamente los logros de la cultura peruana desde la época precolombina hasta el período actual.
Después del establecimiento de las relaciones diplomáticas el 1 de febrero de 1969, la colaboración peruano-rusa adquirió un carácter permanente y empezó a desarrollarse positivamente en diferentes campos: económico, científico, humanitario y técnico-militar.
Hacia mediados de los años 70 el Perú se constituyó en uno de los principales socios de la URSS en América del Sur, ocupando el primer lugar en materia de cooperación aeronáutica civil y militar, y en maquinaria en general. Los especialistas rusos acumularon una notable experiencia producto de su participación en la ejecución de diferentes proyectos en el Perú, tales como el complejo pesquero en la ciudad de Paita; las centrales hidroeléctricas y la exploración de las reservas de los metales no ferrosos e hidrocarburos.
Mención especial merece el desarrollo de los lazos humanitarios y la cooperación educativa que desempeñan un rol destacado en la consolidación de la simpatía mutua entre los dos pueblos. En los años 70 y 80 del siglo pasado los estudiantes peruanos formaron una numerosa comunidad en los centros de enseñanza superior de la URSS. Se estima que, en general, se han graduado alrededor de 10 mil peruanos.
En los años 90, cuando el Perú y la Federación de Rusia estuvieron ocupados en procesos de reformas internas, se produjo una disminución de la cooperación bilateral. Sin embargo, posteriormente las relaciones peruano-rusas experimentaron el inicio de una nueva dinámica positiva que, estamos seguros, tendrá un carácter estratégico y de largo plazo en plena correspondencia con los intereses y aspiraciones de nuestros pueblos. Esta disposición compartida se consolidó con el Tratado de Relaciones de Socios que la República del Perú y la Federación de Rusia firmaron en el 2006.
Hoy en día Rusia retorna a América Latina. Este proceso refleja tanto las tendencias del mundo contemporáneo hacia el desarrollo de una amplia cooperación internacional, como el crecimiento del potencial político y económico de Rusia y de los países latinoamericanos. Asimismo, consideramos que América Latina está convirtiéndose en uno de los centros de crecimiento económico y de influencia política, contribuyendo a la estabilidad del sistema internacional multipolar en formación.
Según señaló el presidente del Perú, Alan García Pérez, actualmente nuestros países son capaces de incrementar sus relaciones a todo nivel, diez veces más de lo alcanzado entre el Perú y la ex Unión Soviética en el desarrollo de sus vínculos. Esta percepción de la cooperación peruano-rusa se basa, en gran medida, en la coincidencia de enfoques del mundo contemporáneo.
Nuestros países defienden con firmeza el principio de la primacía del derecho internacional y el rol central de la Organización de las Naciones Unidas en las relaciones internacionales. Asimismo, abogan por una mayor eficacia de dicha organización mundial y su reforma constructiva sin afectar su misión histórica.
Para Lima y Moscú es evidente la necesidad de unir esfuerzos en la búsqueda de respuestas adecuadas a los nuevos desafíos y amenazas de nuestra época, tales como el terrorismo; el narcotráfico; la proliferación de armas de destrucción masiva; la pobreza; las enfermedades y el deterioro del medio ambiente. Por otro lado, el Perú y Rusia respaldan los esfuerzos internacionales para contrarrestar las consecuencias del calentamiento global.
De igual manera, nuestros países muestran su preocupación por la crisis financiera y económica que azota al mundo. Saludamos el trabajo de todos los países empeñados en reestructurar la actual arquitectura financiera internacional.
Las relaciones peruano-rusas tienen diversas perspectivas de desarrollo. Estamos firmemente dispuestos a seguir profundizando nuestro diálogo político; a dar pasos activos para promover el incremento del comercio bilateral y las inversiones, cuyos volúmenes aún no pueden satisfacernos. Tenemos que emprender esfuerzos a efectos de incrementar nuestra colaboración en el campo de la energía; el turismo; la educación y los vínculos culturales. El aumento de los contactos entre empresarios de ambos países debe jugar, sin duda, un papel importante, al que estamos seguros coadyuvará el establecimiento del Foro Empresarial Peruano-Ruso.
Estamos convencidos de que las relaciones peruano-rusas en el presente siglo tienen amplias perspectivas de desarrollo y proyección de futuro.
JOSÉ ANTONIO GARCÍA BELAUNDE ES MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DEL PERÚ.
SERGUÉI LAVROV ES MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES DE LA FEDERACIÓN RUSA.
EL COMERCIO




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