13.10.09

San Marcos y Bedoya

¡Cómo es posible que -como nos cuentan buenas fuentes- en la Facultad de Derecho de San Marcos exista una frontal negativa a concederle el título "honoris causa" a Luis Bedoya Reyes, ex ministro de Justicia, ex constituyente y destacada figura nacional! ¿Es que el decano José Antonio Ñique de la Puente, hombre de izquierda, va a caer en el sectarismo más cerril y miserable frente a tan ilustre nonagenario, uno de los egresados de San Marcos que más ha gravitado en la historia nacional reciente? ¿Es su alma máter o su alma "madraster"? ¿Y el alumnado va a apoyar una cerrazón tan desgraciada? ¿El profesorado? Que caiga la mayor de las vergüenzas sobre ellos de ser esto cierto. Ser sectarios con un egregio anciano... Suena hasta cobarde. Incluso sus más implacables críticos y adversarios reconocen que Bedoya siempre hizo lo posible por la gobernabilidad en nuestro país y por conducir un partido impecablemente democrático como el PPC. Siempre buscó el consenso y el pacto antes que la confrontación.

¿Y la clase política no se va a pronunciar al respecto? ¿El ministro Chang? ¿El presidente Alan García? ¿LAC? ¿Lourdes Flores? ¿Castañeda? ¿Keiko? ¿Ollanta? ¿Los congresistas? ¿Los medios? ¿Izquierdistas tan decentes como el ex senador Breña? ¿El sanmarquino César Lévano? Oigan, San Marcos vive de los impuestos de todos los peruanos, así que no se podría tolerar, de ser cierto, que una cúpula de profesores de izquierda esté bloqueando esta justa iniciativa. Y no aduzcan que Bedoya no tiene los pergaminos, pues basta revisar la lista de los "honoris causa" otorgados para constatar que éste anda por encima de la mayoría de ellos. ¡Fuera las mezquindades de San Marcos!

- Somos campeones en debates estériles. Se habla de despenalizar el aborto por violación y por taras y se arma una tormenta cuando ya el propio Código Penal (artículo 120) establece que no hay prisión mayor a tres meses por esos casos. Nadie ha ido a la cárcel por eso y la mayoría de fiscales y jueces se hacen de la vista gorda en esos casos. Se hace demagogia con una condena que en la práctica no se aplica. Lo más cuerdo y respetuoso de las decisiones de los demás -además de quitarle al congestionado PJ una carga inútil- sería despenalizarlo en ambos casos, pero en realidad da lo mismo.

Lo que sí me da risa es ver a rojos y caviares clamando por esto cuando hicieron tremendo escándalo contra las esterilizaciones voluntarias realizadas durante el fujimorismo a madres que tuvieran hasta cuatro hijos (una excelente iniciativa contra la pobreza que El Comercio, los caviares y los curas se tiraron abajo). Un aborto es más potencialmente letal que una ligadura. Tanto la ligadura como el aborto pueden hacerse con engaños. Es más, una ligadura evita los abortos, mis estimados rojimios.

En todo caso, la píldora del día siguiente es la solución para evitar los abortos y los hijos no deseados. El Estado debe facilitarla a bajo costo en los servicios públicos a quienes la requieran. Pero todo empieza por una buena educación sexual, aquella que el Estado Peruano le niega a sus jóvenes. ¿Y no se acuerdan cuando se hicieron obligatorias las maquinitas de condones en los baños de los locales públicos? Vino el gran Toledo (que de seguro ni se enteró), con sus ministros confesionales Solari y Carbone, y se retrocedió bastante.

Es que tanto los curas como los rojos terminan a veces pareciéndose mucho en sus fobias e intolerancias medievales.

Y vetar al nonagenario Bedoya... ¡Por Dios!


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