HU JINTAO EN EL PERÚ
"El gran amigo del Perú", como horas más tarde llamaría Alan García a su homólogo chino, Hu Jintao, arribó ayer al territorio nacional en una visita de Estado que durará cinco días, algo poco usual en el protocolo chino.
Hu Jintao es el primer líder en llegar de los 21 que participarán en el APEC 2008. Es su tercera gira por América Latina desde que asumió el mando presidencial. Durante este viaje, que empezó en Washington, visitó Costa Rica y Cuba.
La delegación china está compuesta por más de un centenar de personajes claves, como los ministros de Comercio y Relaciones Exteriores, funcionarios de distinto nivel de los departamentos de desarrollo e inversiones, entidades chinas especializadas en Latinoamérica, miembros del Partido Comunista Chino y un cuerpo de apoyo entre los cuales figura un equipo médico, cocineros y hasta peluqueros. En el avión también viajaron 19 periodistas chinos que suelen acompañar al jefe de Estado, aunque más de treinta periodistas de medios, como la Agencia Estatal de Noticias Xinhua y la CCTV, ya lo esperaban en Lima.
La escotilla del avión se abrió poco antes de las 2:30 p.m., hora prevista para su arribo, Hu Jintao acompañado por su esposa, Liu Yongqing, saludaron al grupo oficial que lo esperaba en la pista, provisto de banderitas peruanas y chinas. Entre ellos, el embajador chino en el Perú, Gao Zhengyue, y el embajador peruano en China, Jesús Wu, entre muchos otros funcionarios y empresarios chinos. Fueron recibidos por el embajador Carlos Pareja, director nacional de Protocolo y Ceremonial del Estado, y el presidente regional Alex Kouri. Tras saludar a las tropas abordó un auto que lo llevó hasta el hotel Los Delfines, donde se hospeda la delegación de su país, la que se desplazó en unos 20 autos oficiales.
Dos horas más tarde, el presidente chino y su homólogo peruano recorrieron la Plaza de Armas en un auto sin capota y saludaron a un efusivo público que lo esperaba también con banderitas de ambos países. Muy cerca, un típico espectáculo de la danza del león y artes marciales celebraba su llegada. Se dispararon 21 golpes de cañón en su honor.
En la entrada de Palacio de Gobierno, los Húsares de Junín le rindieron honores. Luego sería condecorado con la Orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz con Brillantes, lo cual --dijo Alan García-- no era solo un reconocimiento a su persona sino al "cariño y afecto del pueblo peruano al pueblo chino". Los discursos de ambos presidentes, posteriores a los acuerdos, estuvieron cargados de elementos políticos. Alan García se refirió varias veces a los principios de "Una sola China" y "beneficio mutuo", que rigen la política del país asiático. Incluso llamó a China "la esperanza del mundo".
El presidente peruano estaba tan emocionado que hasta lo besó en ambas mejillas, un gesto poco usual en las costumbres chinas. Después de este acto, Hu Jintao debe haberse convencido "cuánto lo quiere el Perú".
"El gran amigo del Perú", como horas más tarde llamaría Alan García a su homólogo chino, Hu Jintao, arribó ayer al territorio nacional en una visita de Estado que durará cinco días, algo poco usual en el protocolo chino.
Hu Jintao es el primer líder en llegar de los 21 que participarán en el APEC 2008. Es su tercera gira por América Latina desde que asumió el mando presidencial. Durante este viaje, que empezó en Washington, visitó Costa Rica y Cuba.
La delegación china está compuesta por más de un centenar de personajes claves, como los ministros de Comercio y Relaciones Exteriores, funcionarios de distinto nivel de los departamentos de desarrollo e inversiones, entidades chinas especializadas en Latinoamérica, miembros del Partido Comunista Chino y un cuerpo de apoyo entre los cuales figura un equipo médico, cocineros y hasta peluqueros. En el avión también viajaron 19 periodistas chinos que suelen acompañar al jefe de Estado, aunque más de treinta periodistas de medios, como la Agencia Estatal de Noticias Xinhua y la CCTV, ya lo esperaban en Lima.
La escotilla del avión se abrió poco antes de las 2:30 p.m., hora prevista para su arribo, Hu Jintao acompañado por su esposa, Liu Yongqing, saludaron al grupo oficial que lo esperaba en la pista, provisto de banderitas peruanas y chinas. Entre ellos, el embajador chino en el Perú, Gao Zhengyue, y el embajador peruano en China, Jesús Wu, entre muchos otros funcionarios y empresarios chinos. Fueron recibidos por el embajador Carlos Pareja, director nacional de Protocolo y Ceremonial del Estado, y el presidente regional Alex Kouri. Tras saludar a las tropas abordó un auto que lo llevó hasta el hotel Los Delfines, donde se hospeda la delegación de su país, la que se desplazó en unos 20 autos oficiales.
Dos horas más tarde, el presidente chino y su homólogo peruano recorrieron la Plaza de Armas en un auto sin capota y saludaron a un efusivo público que lo esperaba también con banderitas de ambos países. Muy cerca, un típico espectáculo de la danza del león y artes marciales celebraba su llegada. Se dispararon 21 golpes de cañón en su honor.
En la entrada de Palacio de Gobierno, los Húsares de Junín le rindieron honores. Luego sería condecorado con la Orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz con Brillantes, lo cual --dijo Alan García-- no era solo un reconocimiento a su persona sino al "cariño y afecto del pueblo peruano al pueblo chino". Los discursos de ambos presidentes, posteriores a los acuerdos, estuvieron cargados de elementos políticos. Alan García se refirió varias veces a los principios de "Una sola China" y "beneficio mutuo", que rigen la política del país asiático. Incluso llamó a China "la esperanza del mundo".
El presidente peruano estaba tan emocionado que hasta lo besó en ambas mejillas, un gesto poco usual en las costumbres chinas. Después de este acto, Hu Jintao debe haberse convencido "cuánto lo quiere el Perú".
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