No solo estaban desarmados los policías que participaron en el desalojo del Bosque de Pómac. Tampoco tenían agua ni comida, que recién les empezó a ser suministrada ayer. Y después nos vienen con el cuento de que todo estaba planificado al milímetro. Y para justificar el fiasco, Hernani nos sale con que si a Kennedy lo asesinó un francotirador no debe sorprendernos que dos policías hayan sido abatidos en esta operación porque en un desalojo no se espera que haya resistencia con armas largas. Sí, pues, Hernani, para eso justamente está el trabajo previo de Inteligencia: para evitar que en un desalojo francotiradores maten policías.
Pero si está mal que el ministro pretenda lavarse las manos, peor aún los hipócritas de las ONG que ahora quieren cargar todas las tintas en el gobierno. Nada menos que el director ejecutivo de Aprodeh se da el lujo de decir que le preocupa la gradual pérdida de respeto a la autoridad por parte de la propia ciudadanía, que degenera en una sensación de indefensión en la población.
¿Y de quién sino de Aprodeh y otras ONG derechohumanistas es la culpa de este estado de cosas? Se la han pasado años criminalizando a las FFAA y PNP y poniendo el grito en el cielo cada vez que las fuerzas del orden hacían uso legítimo de sus armas, hasta que lograron un “Estado de Derecho” manso como un corderito. Y ahora tienen el cinismo de rasgarse las vestiduras. ¿Acaso no era eso lo que querían? ¿No buscaban que las “protestas populares” de turbas armadas de palos, piedras, cuchillos y ahora armas de fuego sean manejadas por policías desmoralizados, desarmados y con la espada de Damocles de un juicio por violar DDHH?
Años de prédica progre han dado frutos. Tenemos una democracia boba, que cierra los ojos ante los desmanes porque los gobernantes se hacen en los pantalones y no respaldan políticamente a las fuerzas del orden ni les permiten hacer uso legítimo de la fuerza. Dicen que el objetivo es evitar el “costo social”. Pero la verdad es que les espantan las portadas de la argolla mediática caviar, los chillidos de las ONG y la posibilidad de caer en las encuestas.
Y bueno, pues. Las turbas empezaron tirando bolsas con orín a los policías y no pasó nada. Piedras y nada. Los tomaron de rehenes y nada. Lo “lógico” es que ahora les disparen. Total, el “pueblo” tiene derecho a la “protesta”. Y que sigan muriendo policías, que no son nada más que agentes fascistas del Estado burgués. ¡Qué horror!
LA RAZON
Pero si está mal que el ministro pretenda lavarse las manos, peor aún los hipócritas de las ONG que ahora quieren cargar todas las tintas en el gobierno. Nada menos que el director ejecutivo de Aprodeh se da el lujo de decir que le preocupa la gradual pérdida de respeto a la autoridad por parte de la propia ciudadanía, que degenera en una sensación de indefensión en la población.
¿Y de quién sino de Aprodeh y otras ONG derechohumanistas es la culpa de este estado de cosas? Se la han pasado años criminalizando a las FFAA y PNP y poniendo el grito en el cielo cada vez que las fuerzas del orden hacían uso legítimo de sus armas, hasta que lograron un “Estado de Derecho” manso como un corderito. Y ahora tienen el cinismo de rasgarse las vestiduras. ¿Acaso no era eso lo que querían? ¿No buscaban que las “protestas populares” de turbas armadas de palos, piedras, cuchillos y ahora armas de fuego sean manejadas por policías desmoralizados, desarmados y con la espada de Damocles de un juicio por violar DDHH?
Años de prédica progre han dado frutos. Tenemos una democracia boba, que cierra los ojos ante los desmanes porque los gobernantes se hacen en los pantalones y no respaldan políticamente a las fuerzas del orden ni les permiten hacer uso legítimo de la fuerza. Dicen que el objetivo es evitar el “costo social”. Pero la verdad es que les espantan las portadas de la argolla mediática caviar, los chillidos de las ONG y la posibilidad de caer en las encuestas.
Y bueno, pues. Las turbas empezaron tirando bolsas con orín a los policías y no pasó nada. Piedras y nada. Los tomaron de rehenes y nada. Lo “lógico” es que ahora les disparen. Total, el “pueblo” tiene derecho a la “protesta”. Y que sigan muriendo policías, que no son nada más que agentes fascistas del Estado burgués. ¡Qué horror!
LA RAZON
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