24.1.09

Ladrón que roba a ladrón

Se repite hasta la saciedad y con mucha facilidad que nuestro país es el reino de la impunidad. Con esa lógica nadie se sorprendería si el caso de los 'petroaudios’ va gradual y sutilmente encarpetándose hasta quedar en el olvido. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en el Congreso, en el Poder Judicial las indagaciones en el tema del chuponeo siguen progresando. Una de las revelaciones más importantes hasta la fecha de la investigación a Business Track es la confesión de los propios operarios en el sentido de que ellos fueron quienes se encargaron de realizar la grabación de los 'petroaudios’. Por lo tanto, al menos ya se tiene claramente definido quiénes fueron los chuponeadores. Ahora solo falta identificar a los promotores. Para ello es probable que en la segunda etapa del proceso, cuando se investigue a los clientes de la empresa, se pueda determinar quién pagó por la operación.

Por otro lado, la relativa e inusual rapidez con la que está avanzando esta investigación demuestra que cuando hay interés en hacerlo es perfectamente posible atrapar a los culpables en nuestro país. Ojalá el caso siga bien encaminado y concluya con una acusación completa, sin dejar fuera a ninguno de los involucrados. La mejor manera de que los ciudadanos podamos recobrar la tranquilidad y nuestro derecho a la privacidad es que aquellos que la violaron sean fuertementemente penalizados.

Sin embargo, el haber identificado a los chuponeadores no varía en absoluto la responsabilidad de los que participaron en el intento por utilizar influencia política o partidaria para lucrar. El tremendo daño causado a la fibra moral del país por el “faenón” no será fácil de reparar. Incluso esto último se volvería imposible de lograr si es que el caso de los chuponeados en los 'petroaudios’ termina en impunidad. Si quienes participaron en evidentes actos de corrupción gubernamental no son sancionados, entonces la desconfianza en el actual sistema democrático se incrementará. Debemos de estar muy alertas y evitar que la notoriedad que va adquiriendo la investigación a los chuponeadores no sea utilizada para desviar la atención de la opinión pública de los que fueron escuchados en fragante delito. Aquí no puede aplicar el que ladrón que roba a ladrón tenga cien años de perdón. A todos se les debe aplicar una pena ejemplar.

PERU 21

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