23.1.09

¿Obama retrocede?

Obama propuso reducir la desigualdad con más impuestos a los ricos y seguridad social para todos. Pero, no ha vuelto a mencionar esas propuestas
Por: Jaime de Althaus Guarderas

La llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos expresaría la demanda por restablecer equilibrios sociales perdidos en las últimas décadas. Según Paul Krugman ("The conscience of a liberal", 2007), la evolución económica y política de Estados Unidos en el último siglo describe la forma de un arco: mucha desigualdad y polarización política en las primeras décadas del siglo XX, reducción de la desigualdad y mayor consenso bipartidista luego del 'New Deal' y de la Segunda Guerra Mundial, y retorno a niveles muy altos de desigualdad y polarización bipartidista a partir de los años 80.


De hecho, el mensaje electoral de Obama fue reducir esa desigualdad vía mayores impuestos a los ricos y la universalización de la seguridad social. Sin embargo, una vez ganadas las elecciones, no ha vuelto a mencionar esas dos propuestas, ni en el discurso sobre la economía del 7 de enero, ni en la asunción del mando. De la primera solo ha quedado la idea de reducir impuestos al 95% menos rico. Y la segunda se ha convertido en aprovechar "las maravillas de la tecnología para aumentar la calidad de la sanidad y reducir su costo".


La razón de este retroceso es obvia: la crisis obliga a reconstruir primero la capacidad de acumulación. La redistribución viene después. Pero no lo ha explicado. Sí está buscando, en cambio, un lenguaje unificador que resuelva e integre las diferencias entre liberales y conservadores, a fin de poder reestructurar el Estado y la economía para volver a crecer: "La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro gobierno es demasiado grande o pequeño, sino si funciona... Allí donde la respuesta es sí, seguiremos avanzando y allí donde la respuesta es no, pondremos fin a los programas". Ya había dicho antes que lanzaría un esfuerzo sin precedentes para eliminar el gasto innecesario e irracional y poner la casa fiscal en orden, y que el paquete reactivador buscaría a la vez sentar nuevas bases estructurales para el crecimiento: nueva tecnología, nueva energía...


Tiene razón. Para que el exorbitante gasto del plan reactivador no degenere en vana inflación, requiere una profunda reforma de los programas y controles estatales. Pero allí está el problema. La mayor parte de ellos son el resultado de los 'lobbies' de grupos de interés que han tomado el control de Washington en las últimas décadas, y los defienden con celo aunque no se justifiquen y aunque lastren la competitividad y la competencia y generen una "esclerosis económica" al decir de Mancur Olson. Fareed Zakaria ("El futuro de la libertad", 2004) explica el poder de los 'lobbies' como una consecuencia del avance de la democracia directa en Estados Unidos, fácilmente manipulable por los grupos organizados y con dinero. Por eso Obama trata de unificar las voluntades en torno a objetivos mayores para romper el poder de esos grupos y el colapso del sistema puede ser la oportunidad que lo facilite. Suerte.

EL COMERCIO

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