30.1.09

La elocuencia de los audios

Escuchar con atención los petroaudios del escándalo conduce a percibir voces que están más allá de las palabras.

Isaac Stern, el violinista genial, dijo que la maestría en la ejecución consiste en descubrir qué hay, al margen de las notas, en la trayectoria del compositor. En nuestro caso, lo que descubrimos en los audios es un conjunto de hechos sobre el poder político, la acción de los empresarios y el vínculo entre servicios de inteligencia y negocios y política.

Esas verdades están agazapadas en el silencio u ocultas debajo del ruido del escándalo.

Rómulo León y sus socios eran y se confesaban intermediarios: agentes en la plaga de corrupción que perturba y empobrece al país.

Claro está que empresarios como el dominicano Fortunato Canaán o el israelí Joseph Maiman serían capaces de defender en público la libre empresa, la competencia leal, las inviolables leyes del mercado. Sin embargo, en los sótanos del poder trabajaban, incluso con el secretario general de la Presidencia, Luis Nava, para obtener favores en negocios en los que no arriesgaban nada e iban a cosechar millones de dólares, con perjuicio para el Perú.

Ése es el trasfondo estructural, que va más lejos que los delitos específicos, los cuales deben ser sancionados.

Los audios ayudan a descubrir hasta qué punto los servicios de inteligencia, en particular de la Marina, resultan implicados en el negocio del espionaje a favor de intereses privados.

Esto último señala un peligro o una realidad: puesto que el motor de esas actividades ilícitas es el negocio, la codicia, nada impide que, a cambio de dinero, se entreguen a poderes foráneos secretos de la Defensa nacional.

Si nos fijamos bien, encontraremos que los métodos bandidescos empleados por algunos tiburones de los negocios no son nuevos, ni en la esfera nacional, ni en la internacional.

El neoliberalismo proporcionó el marco ideológico adecuado para ese despliegue. El propio Barack Obama, presidente de Estados Unidos, ha señalado en su mensaje inaugural que la crisis que estremece a su país y arruina al mundo proviene de la codicia de los ricos, los superricos para los cuales gobernó Bush.

Y eso que, como está cada vez más claro, Obama no es un gobernante radical o reformista.

Hace diez años, Noam Chomsky señaló males del neoliberalismo que conducirían a lo que hoy vemos. En el libro Noam Chomsky habla de América Latina expresó:

“Toma el ejemplo de Estados Unidos, donde más transnacionales hay. Todas dependen de cosas como subsidios públicos que reciben a través del sistema del Pentágono y otros… Si las empresas entran en problemas, se carga a la cuenta de los contribuyentes estadounidenses”.

Dicho y hecho. También los clientes de Rómulo León buscaban en las alturas del poder licencia para saquear.

la primera

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