13.1.09

Crimen y castigo

Finalmente, luego de una accidentada existencia, la Comisión Abugattás presentó dos informes con lo cual habría concluido sus labores. La principal diferencia entre los documentos radica en el nivel de responsabilidad de los ex ministros, lo cual ya fue ampliamente debatido y ha dejado para muchos la sensación de que estos han sido limpiados. Sin embargo, esto último no debería ser el motivo para perder de vista las serias irregularidades identificadas en los procesos investigados. Ambos informes confirman que estamos frente a un escándalo de proporciones con la participación de funcionarios de confianza de este gobierno. Grave hecho que no se puede ocultar.

En lo que respecta a los ex ministros, uno diría que el que les hayan encontrado 'solo’ responsabilidad política, no es poca cosa. Si bien nadie en su sano juicio puede sugerir que no se promueva la inversión en nuestro país –al contrario, debería ser una prioridad para el Estado– esa función no tiene por qué realizarse sin transparencia y sin dejar huella en encuentros privados o en cuartos cerrados. Mas aún, el accionar de los ex ministros ha demostrado una falta de criterio que en la práctica los debería invalidar para cualquier futura aspiración pública. Con la serie de errores que cometieron no veo cómo podrían considerar el recurrir al electorado para ofrecerse en cualquier cargo y ese será, en todo caso, su castigo.

En cuanto a los funcionarios, la Fiscalía continuará la investigación y, eventualmente, habrá una acusación. Lo que no puede pasar desapercibido es que, al igual que en el gobierno anterior, tenemos a Petroperú involucrada en actos de corrupción. Es evidente que la dimensión de esa empresa pública hace que sea muy difícil controlarla. Por ello, una primera y urgente lección debe ser el mejorar la fiscalización en las compañías estatales.

Incluso, la entidad a cargo de ellas –Fonafe– hace años viene ofreciendo que serán tratadas como si fueran privadas y sujetas a auditorías externas especializadas, así como al control del mercado colocando en bolsa parte de su accionariado. Sin embargo, este gobierno lo único concreto que ha hecho –relajarle a Petroperú los controles– va, más bien, en el sentido inverso y el objetivo detrás de ello sí debería ser investigado, ya que el verdadero castigo para quienes lucran del accionar oscuro del Estado debe ser el abrir las cortinas para transparentarlo.

PERU 21

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