31.12.08

¿Cuándo bajará el precio de los combustibles?

La grave crisis financiera internacional, que como efecto dominó ha contagiado a casi todo el mundo con cuadros afiebrados de recesión y desaceleración, ha presionado también a la baja estrepitosa de los precios del petróleo, lo que se supone debería tener un correlato proporcional en el precio de venta de los combustibles y, por el efecto cadena, del transporte y de los principales productos alimenticios.


Sin embargo, ello no ha sucedido en el Perú. El precio del barril de petróleo pasó de 150 dólares a menos de 40, pero es mínimo o nulo el ajuste en las refinerías y grifos locales, lo que está causando serio malestar e indignación entre los consumidores.


¿Qué está pasando? ¿Por qué apenas suben los precios internacionales las estaciones de servicio tienden automáticamente a subir los precios, pero cuando bajan no sucede lo mismo? La inusual situación anterior obligó al Gobierno a crear un Fondo de Compensación, con la saludable intención de que los precios internacionales no se trasladaran al consumidor.


Pero, pasada la etapa crítica del crudo, los peruanos exigimos que los mecanismos de mercado regulen los precios locales. Al respecto, el jefe del Gabinete demandó una moderación de precios y luego el presidente Alan García anunció una rebaja, pero solo de S/.1,50 en las próximas semanas, lo que no parece suficiente. Según los expertos, la reducción del petróleo en los últimos dos meses ha sido mayor al 60%, pero las tres rebajas a partir de octubre no superan el 15% del monto inicial.


La explicación oficial es que la mayor parte de esta reducción se destina a compensar el citado fondo, que obligó al Gobierno a pagar hasta S/.2.400 millones a las refinerías. Ahora, cuando el precio del crudo está bajando, el fondo se está recuperando, pero aún quedan compensar S/.1.000 millones.


¿Es todo lo que se puede hacer? Pensamos que no. Si por una parte las refinerías y griferos deben asumir responsabilidad por no haber hecho caja en la etapa previa, el Gobierno debe aceptar que no ha sido lo suficientemente claro para explicar el fondo del asunto, sobre todo lo concerniente a los mecanismos del fondo de compensación, que en general ha funcionado bastante bien.


No se trata de demagogia sino de simple lógica y sentido común: esperar que se recupere totalmente el fondo para recién trasladar la caída del crudo daría una muy mala señal a los consumidores sobre el modelo económico y las reglas del mercado. Por tal razón, en el entretanto el Gobierno puede ahora propiciar la gradual reducción de precios, así como avanzar en reducir paulatinamente la alta tasa del Impuesto Selectivo al Consumo a los combustibles. También podría incentivar aun más la competencia de precios entre las estaciones de servicio, en lo que pueden ayudar los medios de comunicación publicando las listas de precios comparados.


A propósito de todo esto, subrayamos la urgencia de continuar promoviendo el cambio de la matriz energética orientada a utilizar de modo más intensivo el gas natural como fuente de energía. Y no solo porque contamos con el recurso, sino también porque es más barato y menos contaminante, lo que son factores preponderantes hoy cuando el riesgo del calentamiento global tiene altísima prioridad en la agenda mundial.

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