28.12.08

Madoff y CLAE

Veo la sonrisa del superestafador yanqui Madoff y no puedo dejar de recordar a Carlos Manrique. ¡Qué cierta es esa frase de que no existe pendejo antipático! Manrique era un palabrero de primera, una metralleta verbal que no se silenciaba y que, cuando se veía acorralado con respecto a que era imposible que CLAE pudiese pagar esos intereses, se refugiaba en la demagogia social de que lo criticaban sólo por ser cholo y porque existía una conspiración de la banca y de los pitucos contra sus exitosas operaciones.

Como este es un país folclórico, Manrique fue elevado a la categoría de gurú empresarial y no faltó el incauto que lo premió como El empresario del año. No era un tipo profundo y sus opiniones políticas o sus consejos económicos eran bastante, bastante elementales. Hasta ahora no sé qué le veían. Era obvio que estaba haciendo algo irregular -los intereses que pagaban sus letras eran astronómicos-, pero ni el gobierno ni la sociedad querían hacer nada al respecto. El primero porque Manrique había resultado una válvula de escape útil ante el recesivo año 1992, cuando la economía se había resentido bastante por un Niño y el autogolpe. Hubiera sido muy impopular detener a Manrique ese año y por eso las autoridades se refugiaron en excusas legales, como que a la SBS no le tocaba intervenir, cuando era obvio que sí. Finalmente, muchos uniformados -el Ejército era aliado político del régimen- habían colocado dinero allí y Fujimori vacilaba sobre si debía cortarles la teta. Es más, se decía que el propio Montesinos había ingresado mucho dinero a esa pirámide y que coordinaba con Manrique, algo que nunca se aclaró. Por eso siempre se rumoreó que los únicos que recuperaron su dinero -a punta de pistola- cuando se cayó el esquema fueron los uniformados. También que por eso Manrique salió tan fácil del país y andaba tan confiado en el exterior, sin esconderse.

En cuanto a la sociedad de esa época, muchos de los despedidos del aparato estatal, así como rentistas y apretados asalariados, habían logrado mantener su consumo con esa extraña beca. Ya sabemos cómo la gente está dispuesta a creer cualquier cosa si le pones plata en los bolsillos, así que Manrique era un héroe nacional. Conozco casos de personas supuestamente cultas que confiaron todo su dinero a CLAE.

Como el papá de una amiga, que vendió su casa y puso allí lo percibido, más los ahorros de toda su vida. Un burgués miraflorino que acabó en un techo.

Como el Perú andaba muy pobre en aquellos tiempos, y se estima que este casino movía de US$300 millones a US$600 millones, claro que Manrique se sentía muchísimo en la economía limeña. Otro amigo que trabajaba en la que era la más importante distribuidora de la época me refería -con cifras- cómo se había caído el consumo del distrito de San Borja a la mitad tras la intervención a CLAE. Por eso no me sorprende que en Colombia se haya sentido un zamacón similar hace poco, agravado por el hecho de que allí existieron como 10 CLAEs a la vez. Lo que sí me deja atónito es que hace poco se haya vuelto a detener a Manrique y que aún haya tontos que le confíen sus ahorros. Bueno, si hubo gente que gritó Manrique Presidente... Hay pendejos solamente porque existen los cojudos. Nada más.

Aldo Mariátegui

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