25.12.08

La agenda de Yehude

Del plan anticorrupción al plan anticrisis.

espués de dos meses como premier, Yehude Simon ha tenido algunas intervenciones que apuntan a forjar un liderazgo al frente del gabinete, algo que necesita con urgencia pues, hasta ahora, su papel político dentro del mismo se percibe gaseoso.

Su llegada al gobierno, en medio de una crisis por una denuncia relevante de corrupción, fue vista con expectativa por ser un presidente regional exitoso de la dinámica Lambayeque, además de su imagen honesta, y el hecho de no ser aprista.

Sin embargo, sus primeras semanas en el cargo desdibujaron su perfil político debido a algunas metidas de pata que, sin ser graves, dificultaron su enganche a una maquinaria gubernamental que ya venía funcionando al ritmo de un presidente como Alan García que está más interesado, por su bajón en las encuestas, en un creciente protagonismo político.

Hace una semana, el premier respondió a una crítica de Ollanta Humala diciendo que “la agenda debe ponerla quien gobierna el país”. Es una afirmación que en realidad es discutible, pues la formación de la agenda nacional responde a un proceso complejo de tensiones entre muchos sectores, pero lo relevante de su respuesta es que permitió preguntarse cuál es la agenda de Yehude Simon, hasta el momento muy difusa.

Sin embargo, los últimos días han ofrecido algunos indicios sobre para qué –además de dar el salto de la escena regional a la nacional– quiere estar Simon en la PCM.

El plan anticorrupción es, en este sentido, interesante para un premier que le debe el puesto a un escándalo que alcanzó a su antecesor. Pero la aplicación del mismo, que a primera vista se ve interesante, dependerá de la voluntad política real del gobierno para ponerlo en práctica cuando esté involucrado un aprista, un terreno en el que su desempeño ha sido, hasta el momento, lamentable y vergonzoso.

De otro lado, los encuentros del premier Simon con líderes de oposición, empezando por Alejandro Toledo, parecen orientados a darle un espíritu concertador a su gestión que contrasta con la vocación más guerrera del presidente García.

Pero, en el fondo, el futuro del gabinete Simon dependerá del liderazgo que pueda establecer para articular la respuesta del gobierno a la ola grande de la crisis económica internacional, por lo que su atención deberá estar puesta en el plan anticrisis y en la mejora urgente de la coordinación con sus colegas, empezando con el de Economía. Por ejemplo, para precisar mejor a qué “medidas drásticas” se refiere si es que las empresas no reducen pronto los precios de los alimentos.

No hay comentarios: