La ilusión de los niños es una de las alegrías más grandes de la Navidad, es la fuerza que logra que los adultos dejen de lado cualquier nostalgia y salgan a buscar el regalo ideal. Por eso, entre árboles de Navidad y adornos multicolores, miles de personas recorrieron los centros comerciales buscando hasta el último detalle para una Nochebuena perfecta.
En un recorrido realizado por este Diario se comprobó que las compras a última hora siguen siendo parte del espíritu navideño. En Mesa Redonda y el Mercado Central era casi imposible caminar debido a la inmensa cantidad de personas que pugnaban por encontrar el precio más barato.
Los juguetes fueron, sin lugar a dudas, los protagonistas y en todas las galerías los vendedores hicieron demostraciones de carros a control remoto y muñecas bailarinas ante la atenta mirada de los más pequeños. Pese a todas las advertencias, las galerías de estos emporios comerciales rebasaron por mucho su capacidad de aforo y los miembros de Defensa Civil difícilmente se dieron abasto entre tanto alboroto.
No obstante, la unión también caracterizó la jornada prenavideña. Entre la multitud, no fue raro encontrar familias enteras aprovechando los preparativos como un momento de reencuentro. En el centro comercial Plaza San Miguel hallamos a Lucía Flores con su esposo, hijo y muchos regalos.
"Mi esposo y yo trabajamos solo hasta el mediodía; por eso aprovechamos para venir de compras", dijo contenta Lucía mientras besaba a su bebe. "Para nosotros lo más importante es ver feliz a nuestro hijo", agregó.
Gamarra, Jesús María y el Jockey Plaza fueron otros tres puntos con gran afluencia de público.
La congestión vehicular clásica por estas fechas se incrementó, debido las obras, sobre todo en el Centro de Lima.
Pese a estos inconvenientes, las familias limeñas celebraron las fiestas sin mayores sobresaltos.
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En un recorrido realizado por este Diario se comprobó que las compras a última hora siguen siendo parte del espíritu navideño. En Mesa Redonda y el Mercado Central era casi imposible caminar debido a la inmensa cantidad de personas que pugnaban por encontrar el precio más barato.
Los juguetes fueron, sin lugar a dudas, los protagonistas y en todas las galerías los vendedores hicieron demostraciones de carros a control remoto y muñecas bailarinas ante la atenta mirada de los más pequeños. Pese a todas las advertencias, las galerías de estos emporios comerciales rebasaron por mucho su capacidad de aforo y los miembros de Defensa Civil difícilmente se dieron abasto entre tanto alboroto.
No obstante, la unión también caracterizó la jornada prenavideña. Entre la multitud, no fue raro encontrar familias enteras aprovechando los preparativos como un momento de reencuentro. En el centro comercial Plaza San Miguel hallamos a Lucía Flores con su esposo, hijo y muchos regalos.
"Mi esposo y yo trabajamos solo hasta el mediodía; por eso aprovechamos para venir de compras", dijo contenta Lucía mientras besaba a su bebe. "Para nosotros lo más importante es ver feliz a nuestro hijo", agregó.
Gamarra, Jesús María y el Jockey Plaza fueron otros tres puntos con gran afluencia de público.
La congestión vehicular clásica por estas fechas se incrementó, debido las obras, sobre todo en el Centro de Lima.
Pese a estos inconvenientes, las familias limeñas celebraron las fiestas sin mayores sobresaltos.
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4Diez mil bomberos voluntarios a nivel nacional se encuentran en alerta (esta se prolongará hasta el 2 de enero).
4Cada estación de bomberos designó a un grupo de cinco efectivos para estar atentos ante cualquier emergencia ocurrida durante la Noche Buena.
4La fin de atender rápidamente cualquier emergencia médica, el Hospital de la Solidaridad instaló ocho ambulancias y un Medibús en los jirones Cusco, Ayacucho y Ucayali en Mesa Redonda.
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