27.12.08

Justicia que restaura

REHABILITACIÓN JUVENIL

Por: Carolina Benavides P. Directora de Nexos Voluntarios

A contramano de quienes claman que la pena de muerte --dueña de múltiples fracasos-- debe ser un método promovido por el Estado para sancionar la delincuencia, hoy día contamos en el Perú con una alternativa que se encuentra en el polo opuesto de la violencia. Se trata de la Justicia Juvenil Restaurativa (JJR).


La JJR consiste en lograr el resarcimiento del daño causado a la víctima, la integración social del adolescente que infringió la ley y la reparación de la relación comunitaria afectada por la infracción. Este modelo promueve la participación activa de la comunidad para garantizar las relaciones sociales del adolescente y su proceso de desarrollo integral, lo que equivale a extraer el contencioso del ámbito judicial.


Por primera vez en nuestro país, hemos demostrado con rigurosidad científica, a través de un estudio comparativo de los modelos de justicia juvenil en el Perú, que la JJR es una alternativa que debe ser institucionalizada a nivel nacional. No solo redunda en cambios significativos en los jóvenes y en la sociedad, sino que resulta menos costosa que el tradicional encierro carcelario, aplicado indiscriminadamente ante la orfandad de alternativas.


Los hallazgos de la investigación prueban que la JJR tiene una función de rehabilitación más efectiva que el encierro carcelario. Disminuye el consumo de drogas, declina la propensión a la violencia, se acrecienta la reinserción escolar y mejoran las perspectivas laborales. Adicionalmente, el modelo de la JJR cuenta con un equipo interdisciplinario (psicólogos, abogados, trabajadores sociales y educadores) que labora conjuntamente con las familias e instituciones de la comunidad, lo que facilita la reconciliación del adolescente con su entorno. De otro lado, es el único modelo de justicia juvenil que responde a las necesidades de la víctima, a través de un proceso de mediación entre aquella y el victimario, que deviene en una genuina reparación.


En términos de costo, la JJR, en comparación con el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima (conocido como Maranguita), resulta más eficiente, porque demanda solo un quinto del monto de ejecución por adolescente, puesto que opera con una infraestructura más sencilla y flexible. Asimismo, la JJR revierte a mediano plazo el impacto social negativo de la conducta del adolescente, al forjar personalidades creativas e independientes y, por tanto, menos violentas.


Ante tan contundente comprobación, ¿qué esperamos para invertir en el desarrollo de todos nuestros jóvenes, especialmente de los que contravienen la norma social?

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