5.1.09

La ley del embudo

En política, los gestos son muy importantes. Y pésimo el gesto de Alan García, terrible la manera de empezar el 2009 –declarado “Año de la Unión Nacional frente a la Crisis Externa”– que disponer, como primera medida de gobierno de este año, la homologación de los sueldos de los ministros con los de los congresistas. En castellano sencillo, un suculento aumento de remuneraciones justo cuando la crisis global toca nuestras puertas.
Desde este mes, los miembros del gabinete recibirán un neto de S/.15,600, unos 4 mil soles más que el ingreso dispuesto por el Ejecutivo al iniciar este gobierno, dentro de sus medidas de austeridad. Y en lugar de mantener la boca cerrada por un mínimo de pudor, salen algunos ministros a decir que con el sueldo que ganaban no podían vivir. Qué tendrían que decir entonces los millones de trabajadores urbanos cuyo ingreso promedio es de S/1,500 mensuales y deben hacer malabares para llegar a fin de mes. Y hablamos, claro está, de los “privilegiados”, porque muchos otros no llegan a eso ni en sueños.


Y todo esto ocurre menos de dos semanas después que el gobierno se negara a eliminar un impuesto abusivo e ilegal a las gratificaciones, que hubiera beneficiado a más de un millón y medio de trabajadores. ¿Cómo calificar este tipo de conducta? ¿Ceguera? ¿Insensibilidad? ¿Doble moral? Y para colmo el decreto que justifica esta “homologación” dice que es de “interés nacional”. Sí, claro, seguro que a la Nación entera le produce inmensa alegría ver cómo 16 funcionarios engordan su billetera.

Y que no nos vengan con el cuento que esto se hace para captar y/o mantener a los profesionales más capaces en el gobierno. Se supone que asumir un ministerio es un servicio cívico, no un camino rápido para forrarse los bolsillos. ¿Acaso la labor de médicos, enfermeras, maestros, militares y policías que ganan sueldos de hambre es menos delicada que la de un ministro?

El mensaje que se transmite es pésimo. Si el gobierno quería mandar la señal correcta en el “Año de la Unión Nacional frente a la Crisis Externa” debió disponer una reducción y no un aumento de sueldos de los ministros, congresistas, miembros del TC, Consejo de la Magistratura y vocales y fiscales supremos. Pero no, le recomiendan a la población ajustarse (aún más) el cinturón al tiempo que aplican tremenda ley del embudo. Actitudes como ésta no hacen sino alimentar las corrientes antisistema. Después no se quejen en el 2011.

LA RAZON

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