20.1.09

Barack Obama

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Es crucial que su Presidencia tenga éxito.

La juramentación de cualquier presidente de Estados Unidos es uno de los hechos políticos más importantes en el mundo por la gran influencia que tendrán las decisiones de esta persona en el curso de los eventos en casi cualquier lugar de la tierra. Pero la de Barack Hussein Obama, que se realizará a las once y media de esta mañana (hora de Lima), es, por varias razones, particularmente trascendente.

Primero, porque su administración enfrentará el tremendo desafío de recuperar el prestigio perdido por su nación especialmente durante la Presidencia de George W. Bush, una de las peores de Estados Unidos en mucho tiempo.

Por un lado, la economía mundial enfrenta una crisis histórica originada en Estados Unidos en gran parte por la irresponsabilidad de sus autoridades económicas al dejar actuar con imprudencia a las entidades financieras e inversoras.

Por el otro lado, la decisión de Bush y de sus halcones de intervenir militarmente Irak, y la carencia de un plan consistente para saber qué hacer una vez metidos en ese país, fue otro desastre que marcó su Presidencia y que fue reconocida, incluso por él mismo, como su “peor error”.

Obama tiene desde hoy, por tanto, el reto de reconstruir su país desde el punto de vista económico, devolviendo confianza con el fin de impedir que la crisis actual empeore y se transforme en la segunda gran depresión que muchos temen que acabe destruyendo un número enorme de empleos en su país y en el resto del mundo.

Y, también, desde el punto de vista político, en el que tiene que recuperar la credibilidad perdida especialmente en los ocho años de la fracasada administración de Bush.

Pero si todo lo anterior no fuera un desafío particularmente complejo, Barack Obama será, desde este mediodía, el presidente número 44 de Estados Unidos pero el primero de raza negra en comandar la Casa Blanca.

Se trata, sin duda, de un hecho histórico en un país en el que hace apenas cuatro décadas había disposiciones en varios de sus estados que impedían que las personas de raza negra pudieran hacer cosas cotidianas tan sencillas como viajar en los ómnibus en los mismos sitios de los blancos, ocupar los mismos baños públicos, o asistir a los mismos colegios.

Por todo lo señalado, es decir, para evitar un colapso económico, para devolverle credibilidad a la actuación internacional de la principal potencia mundial, y para contribuir a extirpar el racismo que aún existe en el mundo, es crucial el éxito de la Presidencia de Barack Obama.

LA REPUBLICA

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