Necesitamos un nuevo enfoque para combatir la corrupción de nuestro Estado. Uno que parta por respetar, promover y creer en el servidor público
Por: Beatriz Boza
Hay personas en Lima a quienes los amigos que frecuentan nunca les han ofrecido cocaína, éxtasis u otro alucinógeno. ¿Es por ser zanahorias? ¿Por cucufatos? ¿O por parar con gente 'sana' como ellos? Hoy que celebramos el Año Nuevo, muchos padres se preocupan por sus hijos adolescentes. ¿Qué hace que un joven no consuma drogas regularmente? ¿El temor al castigo? ¿La prohibición y el inevitable sermón? ¿O el cariño y reconocimiento de sus padres y profesores, el poder desarrollarse intelectual, física y emocionalmente, fortaleciendo su autoestima y personalidad? Sin duda se requieren controles y castigos, pero ellos por sí solos no cambian la realidad. Lo previo y esencial está en la persona, en la seguridad que esta tenga y en qué hacemos para que se desarrolle en libertad.
Así como la mejor manera de combatir el flagelo de la drogadicción no es aumentando los controles tipo coladera que no funcionan, sino garantizando condiciones para el desarrollo humano pleno, necesitamos un nuevo enfoque para combatir la corrupción de nuestro Estado. Uno que parta por respetar, promover y creer en el servidor público. Uno que le sirva de garantía y respaldo a quien hace las cosas bien. Uno que funja de prevención y que aporte seguridad. Hoy, a nuestros servidores públicos, no les damos esa tranquilidad.
La designación del nuevo contralor general de la República es una de las decisiones políticas más importantes para la gestión del Estado en los siguientes años. No solo porque es el cargo de mayor duración en nuestro sistema constitucional (7 años), sino por la oportunidad de darle un nuevo enfoque al control estatal. Soraya Suárez, la candidata propuesta al Congreso por el presidente García, fue seleccionada por unanimidad en la terna sugerida por la Comisión de Evaluación presidida por Richard Webb, en la que participé junto con el padre Garatea y Cecilia Blondet. Tal como indicamos en el informe al presidente, "las referencias personales consultadas señalan que es una profesional juiciosa, íntegra, con demostrada capacidad para dirigir y supervisar organizaciones importantes, así como para enfrentar problemas, con olfato especial para identificar oportunidades de mejora, combina la reingeniería de procesos con la auditoría, con capacidad de síntesis y análisis, firme en sus convicciones, de buen trato y valores definidos".
Más allá del trabajo que desarrollé en la comisión, no conozco a la contadora Suárez. Pero como decía en este mismo espacio ayer Balo Sánchez León, me arriesgaría por ella.
EL COMERCIO
1 comentario:
Beatriz Boza tiene razon. Soraya Suarez es una excelente candidata para la contraloria y es bueno que lleve las riendas de la contraloria, no solo es una mujer capaz sino tambien es una persona honesta.
Le harìa bien al pais y de hecho a la democracia.
Saludos
Ines
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