PELEAS AVISADAS PARA EL 2009
Por: Fernando Vivas. Periodista
De todos los buenos deseos de Año Nuevo, escojo uno para ponerlo en práctica ya mismo: Deseo que los peruanos seamos más transparentes. Por eso, les contaré grosso modo cuál será mi agenda de opiniones para este año.
Seré un limeñista, lo prometo. Mi patria grande, el Perú, se lleva tantos afanes y reflexiones, que poco queda para mi terruño que, además, comparto con un tercio de peruanos. Superando el complejo del centralismo culposo, me comprometo a interpelar la mudez selectiva del alcalde Luis Castañeda, a indagar por su oposición al interior del concejo y sus motivos, a comentar sus planes y prioridades para la capital. No me distraeré en la inauguración de pequeñas obras y opinaré sobre el transporte masivo, la Costa Verde y el desagüe que va a parar a ella.
Prometo no dejar de hablar de la desigualdad como caldo de cultivo de otras lacras. Todo comentario sobre cambios o reformas del Estado, deberá tener una coda respecto a su efecto de equidad.
Me comprometo a seguir bregando por la práctica social de la tolerancia, opinando a favor de cambios legislativos en beneficio de la no discriminación de minorías, y del respeto a las libertades sexuales y de los derechos reproductivos. Intentaré conciliar con los conservadores, demostrando que la tolerancia tiene que ser recíproca.
Tendré siempre presente los puntos consensuados en el Acuerdo Nacional, las Metas del Milenio y las promesas del Gobierno. Subrayaré los avances en Educación (¡que llegue al 6% del presupuesto nacional!), en Salud, en infraestructura y, claro, en la lucha contra la pobreza, y me opondré a la grita del sector Defensa por otra distribución de prioridades a su favor. Criticaré distracciones 'teletonescas' y, por extensión, cualquier manipulación psicosocial que tenga como fin abonar la dependencia paternalista de la población en desmedro del ejercicio democrático. No me gustan los manipuladores ni los perros del hortelano. Por eso, también criticaré a opositores sin mayor causa que aumentar su peso político para venderlo luego en el mercado.
Seré nacionalista moderado, rechazando el abuso de banderas antichilenas o cualquier otro chantaje emocional patriótico. Me sumaré a campañas de defensa del consumidor, de acceso a la información, saludaré éxitos y arrepentimientos sinceros. Espero que me ayuden a cumplir con esta agenda.
EL COMERCIO
Por: Fernando Vivas. Periodista
De todos los buenos deseos de Año Nuevo, escojo uno para ponerlo en práctica ya mismo: Deseo que los peruanos seamos más transparentes. Por eso, les contaré grosso modo cuál será mi agenda de opiniones para este año.
Seré un limeñista, lo prometo. Mi patria grande, el Perú, se lleva tantos afanes y reflexiones, que poco queda para mi terruño que, además, comparto con un tercio de peruanos. Superando el complejo del centralismo culposo, me comprometo a interpelar la mudez selectiva del alcalde Luis Castañeda, a indagar por su oposición al interior del concejo y sus motivos, a comentar sus planes y prioridades para la capital. No me distraeré en la inauguración de pequeñas obras y opinaré sobre el transporte masivo, la Costa Verde y el desagüe que va a parar a ella.
Prometo no dejar de hablar de la desigualdad como caldo de cultivo de otras lacras. Todo comentario sobre cambios o reformas del Estado, deberá tener una coda respecto a su efecto de equidad.
Me comprometo a seguir bregando por la práctica social de la tolerancia, opinando a favor de cambios legislativos en beneficio de la no discriminación de minorías, y del respeto a las libertades sexuales y de los derechos reproductivos. Intentaré conciliar con los conservadores, demostrando que la tolerancia tiene que ser recíproca.
Tendré siempre presente los puntos consensuados en el Acuerdo Nacional, las Metas del Milenio y las promesas del Gobierno. Subrayaré los avances en Educación (¡que llegue al 6% del presupuesto nacional!), en Salud, en infraestructura y, claro, en la lucha contra la pobreza, y me opondré a la grita del sector Defensa por otra distribución de prioridades a su favor. Criticaré distracciones 'teletonescas' y, por extensión, cualquier manipulación psicosocial que tenga como fin abonar la dependencia paternalista de la población en desmedro del ejercicio democrático. No me gustan los manipuladores ni los perros del hortelano. Por eso, también criticaré a opositores sin mayor causa que aumentar su peso político para venderlo luego en el mercado.
Seré nacionalista moderado, rechazando el abuso de banderas antichilenas o cualquier otro chantaje emocional patriótico. Me sumaré a campañas de defensa del consumidor, de acceso a la información, saludaré éxitos y arrepentimientos sinceros. Espero que me ayuden a cumplir con esta agenda.
EL COMERCIO
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