8.1.09

Sobre sueldos públicos

Copio, algo editada, una sabia reflexión que me envía desde Europa un amigo, que es un destacado profesional:

Aldo, unas reflexiones sobre tu último editorial. La rebaja de sueldos al comienzo de su administración ha sido posiblemente el más grave y perdurable error de García. El problema no son los ministros (el 'retorno futuro' de ser ministro puede ser alto), sino los 300 o 400 funcionarios, los viceministros, directores, etc., que mueven el Estado.

Si un ministro gana US$5,000, es que eso cubre su costo de oportunidad. Si en realidad no puede ganar más de eso en el mercado por sus méritos, el Estado sencillamente no lo debería querer en sus filas.

No es, como alega Ántero, que 'no puede vivir con ese sueldo'. Un pobre tampoco puede vivir con su sueldo. Lo que interesa es que a la larga la gente gana por lo que vale, por su productividad. Tal como reza el refrán yanqui: 'You get what you pay. You pay peanuts, you get monkeys' (que sería más o menos 'Tú obtienes lo que pagas. Pagas cacahuates -o sea, poco dinero-, pues tendrás monos'). El resto es politiquería. Aquí la óptica correcta sería analizar si el tiempo de Ántero efectivamente te vale US$5,000 mensuales en el sector privado, no si él puede sostener su tren de vida.

Ahora, tampoco es raro que en los sectores públicos incluso los funcionarios más calificados ganen menos que su valor en el mercado. El diferencial se puede explicar por el hecho de que esa experiencia luego tiene valor en el mercado (ser 'ex ministro' pesa. Al menos no haces cola en los restaurantes, te pasan a business en los aviones, algún colega tuyo te llama para que opines...) o en muchos casos hay gente, desgraciadamente los menos, que tiene un genuino interés de servicio público, alma de velita misionera.

Pero eso no significa ser estúpido. Se puede aguantar tranquilamente un diferencial de 20%, pero no uno de 60%. Si García quería hacer un gesto político de reducir los sueldos (que creo que Toledo infló en demasía a mi entender, al menos para la élite; para no hablar de los obscenos US$18 mil que él se puso como ingreso presidencial), podría haber reducido los sueldos en 20% o hasta 30% y no hubiera hecho tanto daño. Creo que García no tiene aún la más mínima idea del perjuicio que le ha causado al tejido estatal, tan pacientemente tejido desde Fujimori. Ese pata no sabe cómo la ha embarrado.

Es una lástima, Aldo. De verdad. De 1992 al 2006 se dieron las señales correctas de que la carrera pública era una buena opción para profesionales de las universidades más prestigiosas y no un comedero de mediocres y corruptos. Incluso, fíjate que mucha gente salió al exterior a hacer maestrías en Gestión Pública, que es exactamente lo que más se necesita.

Lamentablemente, las señales de mercado para esa gente se han trastocado completamente por culpa de García. Encima, hace ayer ese chiste humillante, de tan mal gusto, al pretender brindar con sus ministros por la subida y bajada de los sueldos. No sabe nada de Recursos Humanos... Y más vale caer en gracia que ser gracioso.

Aldo Mariátegui

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