27.3.09

Quiere tener poder después del 2011

El presidente Alan García insistió ayer en Huánuco en su obsesión, según dijo, “de luchar contra cualquier modelo primitivo que detenga al Perú de su crecimiento económico” y reiteró necesita “diez años más para que el país siga creciendo por el mismo rumbo”, es decir, en su pretensión de impedir que ganen candidatos que no comulguen con su modelo económico, posición que linda en el autoritarismo, según los analistas Alberto Adrianzén y Eduardo Toche.

Ambos coincidieron en señalar que las declaraciones de García revelan además su juego político para no perder el poder cuando deje la presidencia en el 2011.

Adrianzén dijo que el presidente García no tiene derecho de veto y que sus declaraciones denotan que busca cuidarse las espaldas, de acusaciones derivadas por ejemplo del caso de los petroaudios, cuando haya terminado su gobierno.

“García sabe que Ollanta no está mal en las encuestas y puede ganar en los próximas elecciones y no me sorprendería que alguien como el legislador aprista Edgar Núñez proponga la reelección como lo hizo otro aprista en 1997 pero lo peor es que todavía hay tiempo para cualquier cambio constitucional que ayude a ese propósito”, advirtió el analista.

Por su parte, Eduardo Toche señaló que las declaraciones del presidente García son muy preocupantes y que el mandatario no es conciente de que estamos en un sistema de democrático

“García empieza a orientar el escenario cuando no le corresponde. No está respetando las instituciones ni a la democracia. La democracia es la presentación de alternativas de los partidos políticos y el respectivo debate para que los peruanos elijan”, indicó.

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