13.3.09

China en profundidad

FILOSOFEMAS

Por: Francisco Miró Quesada C Filósofo

El doctor Antonio Fernández Arce ha escrito un libro notable sobre China que abarca un enorme lapso que se extiende desde las más antiguas dinastías de los emperadores chinos hasta los tiempos actuales. El libro tiene el título “China: el asombro: Crónicas y reportajes”. El texto escrito por el autor es muy extenso: tiene 497 páginas. Y es tan rico en información que es muy difícil elegir entre sus temas para que el lector tenga una visión adecuada de su contenido. He elegido los que, según mi opinión, pueden interesar más al lector peruano.

Comenzamos con la Gran Muralla. El terrible emperador Qin She Huang-ti, (221-207 antes de Cristo) fue quien inició la construcción de la Gran Muralla. Fue terrible porque para construirla utilizó a miles de jóvenes y, sin piedad, los obligó a trabajar de tal manera que murieron y la población china se redujo en un tercio. La Gran Muralla no fue totalmente construida por Qin She Huang-ti: la siguieron construyendo sucesivos emperadores. Se calcula que tiene alrededor de ocho mil kilómetros de largo.

Vale la pena exponer lo que hizo el terrible Qin She Huang-ti. Era tal su soberbia y su afán de gloria que hizo construir un ejército de ocho mil guerreros de terracota, cada uno diferente de los demás con su verdadero rostro.

Lo que más asombra de la Gran Muralla es que está construida a través de territorios diferentes: avanza como una gigantesca serpiente que sube y baja y sigue avanzando sin término.

Otra parte interesante del libro es lo referente a la poesía. La poesía china tiene 4.000 años de antigüedad. No hay en ella poemas épicos, como sucede con la poesía occidental. Solo hay poemas delicados, que se refieren a la belleza de un paisaje o a los finos pétalos de una flor. Por otra parte es una poesía muy concisa. En pocos versos expresa lo que demandaría mucho espacio en una versión del lenguaje común. Un ejemplo es la que escribió un campesino chino hace miles de años:

“Cuando llega el alba salimos al campo/ Cuando el sol se oculta, por fin descansamos/Saciamos la sed si abrimos un pozo/ Labramos la tierra para tener granos/ ¡Ah!, ¿de qué sirve entonces tener emperadores y reyes como amos?”.

Pero también presenta aspectos más recientes. Por ejemplo, el surgimiento de un espíritu menos radical que el que imperó durante la época de Mao Tse Tung. Deng Xiaoping fue el hombre que inició una nueva era más sensata, abierta al mundo exterior, en la que se emprendieron reformas económicas y se liberalizó la economía. Ya es conocido el enorme crecimiento de China durante los últimos años. Este país ha llegado a ser una gran potencia que rivaliza con Estados Unidos.

Es una lástima que hayamos expuesto solo una muy pequeña parte del libro del doctor Fernández Arce. Pero lo recomendamos a todo aquel que se interese por conocer la historia de la milenaria civilización china.

EL COMERCIO

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