Si alguien es tan ingenuo como para creer que en nuestro país la justicia es igual para todos, que tome nota de este hecho: el delincuente Marco Sánchez Bedón (a) Tony y otros 150 facinerosos han abandonado las cárceles para cumplir arresto domiciliario por haber pasado tres años en prisión sin recibir sentencia. Sin embargo, otras personas llevan más de nueve años entre rejas, en juicios que se alargan hasta el infinito, y los magistrados se niegan a concederles el beneficio de la detención domiciliaria.
Un caso emblemático es el del general EP Juan Rivero Lazo, ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dinte), preso en total por espacio de 9 años y medio por supuestos delitos de violaciones de los derechos humanos en los casos de Barrios Altos y La Cantuta. Hace poco, obtuvo su excarcelación en el caso Barrios Altos por haber sobrepasado los 36 meses sin sentencia. Y acto seguido, en un acto que no puede calificarse sino de sadismo, fue retenido por orden de otra sala al haber sido involucrado en el caso La Cantuta, donde no había sido inicialmente incluido. Rivero, además, purgó prisión tres años por orden de la justicia militar por Barrios Altos, pero la justicia civil no considera válida esta pena porque la CIDH falló a favor de que sea el fuero civil y no el militar el que procese a los militares. ¡Tres años adicionales entre rejas que simplemente no existen para la “justicia anticorrupción”!
Que nos expliquen por favor cómo así los jueces encuentran aceptable que criminales implicados en secuestros, robos, asesinatos, estafas y otros delitos puedan quedar encerrados en sus casas –lo que demanda, de paso, desplegar a 500 policías para vigilarlos– y al mismo tiempo le niegan ese beneficio a un general del Ejército peruano. ¿Un hampón es considerado menos peligroso que un alto oficial que sirvió por décadas a su país? Oiga, esto no es justicia sino persecución y venganza de unos “tribunales de sangre” que hacen aparecer a los que juzgaron a Leguía como discípulos de la madre Teresa.
-Según la última encuesta de la U. de Lima, más del 66% está muy informado/informado de la infidelidad de la esposa del “Puma” Carranza y el 56% del triunfo de Kina Malpartida. En cambio, el 77.5% está poco/nada informado del Museo de la Memoria, tema que últimamente quita el sueño a los caviares. Y la cuarta parte del 22% informado opina que no está de acuerdo con los objetivos del museo. Cuanta razón tenía el bloguero Carlos Meléndez, más conocido como “Jorobado de Notre Dame”, al señalar (en un artículo que publicó otro blog, Útero), que los intereses del peruano promedio no tienen nada que ver con la agenda “progre”. Y como bien apunta otro bloguero –Fabber– al comentar el artículo de Meléndez:
“Cuando SL fue derrotado y obligado a replegarse a su mínima expresión, el país lo sintió como una victoria y un cáncer menos para la ya imperfecta República en que vivimos. Eso es lo que ha quedado principalmente en la memoria popular: una victoria sobre una opción funesta, antes que un hecho funesto donde nadie ganó y todos perdimos, que es el sabor que intentan dejar las memorias y cvrs”. Más claro, ni el agua.
--------------------------------------------------------------------------------
Un caso emblemático es el del general EP Juan Rivero Lazo, ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dinte), preso en total por espacio de 9 años y medio por supuestos delitos de violaciones de los derechos humanos en los casos de Barrios Altos y La Cantuta. Hace poco, obtuvo su excarcelación en el caso Barrios Altos por haber sobrepasado los 36 meses sin sentencia. Y acto seguido, en un acto que no puede calificarse sino de sadismo, fue retenido por orden de otra sala al haber sido involucrado en el caso La Cantuta, donde no había sido inicialmente incluido. Rivero, además, purgó prisión tres años por orden de la justicia militar por Barrios Altos, pero la justicia civil no considera válida esta pena porque la CIDH falló a favor de que sea el fuero civil y no el militar el que procese a los militares. ¡Tres años adicionales entre rejas que simplemente no existen para la “justicia anticorrupción”!
Que nos expliquen por favor cómo así los jueces encuentran aceptable que criminales implicados en secuestros, robos, asesinatos, estafas y otros delitos puedan quedar encerrados en sus casas –lo que demanda, de paso, desplegar a 500 policías para vigilarlos– y al mismo tiempo le niegan ese beneficio a un general del Ejército peruano. ¿Un hampón es considerado menos peligroso que un alto oficial que sirvió por décadas a su país? Oiga, esto no es justicia sino persecución y venganza de unos “tribunales de sangre” que hacen aparecer a los que juzgaron a Leguía como discípulos de la madre Teresa.
-Según la última encuesta de la U. de Lima, más del 66% está muy informado/informado de la infidelidad de la esposa del “Puma” Carranza y el 56% del triunfo de Kina Malpartida. En cambio, el 77.5% está poco/nada informado del Museo de la Memoria, tema que últimamente quita el sueño a los caviares. Y la cuarta parte del 22% informado opina que no está de acuerdo con los objetivos del museo. Cuanta razón tenía el bloguero Carlos Meléndez, más conocido como “Jorobado de Notre Dame”, al señalar (en un artículo que publicó otro blog, Útero), que los intereses del peruano promedio no tienen nada que ver con la agenda “progre”. Y como bien apunta otro bloguero –Fabber– al comentar el artículo de Meléndez:
“Cuando SL fue derrotado y obligado a replegarse a su mínima expresión, el país lo sintió como una victoria y un cáncer menos para la ya imperfecta República en que vivimos. Eso es lo que ha quedado principalmente en la memoria popular: una victoria sobre una opción funesta, antes que un hecho funesto donde nadie ganó y todos perdimos, que es el sabor que intentan dejar las memorias y cvrs”. Más claro, ni el agua.
--------------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario