11.3.09

Pagando la factura en la oscuridad

Los apagones que sufren diversas partes del país deben servir de reflexión sobre la importancia de mantener reglas de juego estables, y evitar cualquier tentación de intervención. La causa de los cortes de energía es que nuestro país no tiene una reserva de generación eléctrica adecuada. Por ello, cada vez que ocurre un problema, como la paralización por falta de mantenimiento de la Central del Mantaro, no hay capacidad para reemplazar esa energía que no es generada.

Un país debería tener una capacidad de generación 20% superior a la demanda, pero en nuestro caso, la falta de inversión que hubo entre 1999 y 2005 redujo la reserva a solo 2%, por lo que si vuela un cable o un transformador, una parte de la población se queda a oscuras.

¿Por qué ocurrió esa caída en la inversión? Porque el gobierno a fines de los 90 decidió promover la generación térmica –prohibiendo la inversión en hidroeléctricas– para forzar la creación de un mercado interno para el gas de Camisea. Fue el equivalente energético de la sustitución de importaciones, con los mismos desastrosos resultados. Luego, vino el período de hostigamiento a la inversión y a la privatización fomentada por algunos en el anterior gobierno, lo que canceló o postergó muchos proyectos.

Finalmente, en una 'fase dirigista’, de tratar de manipular tarifas, el regulador cedió a la presión –especialmente del Congreso– y dio todas las señales equivocadas asegurando que no se iniciara ningún nuevo proyecto. La inversión efectiva retornó en 2005, pero ya se había creado una brecha de gran magnitud que tomará algunos años cubrir.

Pero como los políticos tienen la deformación de pensar que ellos lo pueden hacer mejor que sus antecesores, y siempre existe la tentación de intervenir para 'atraer’ inversión con alguna distorsión, ya tenemos propuestas para comprar energía futura a tarifas ficticias garantizadas por el Estado. Esto desalentará buenas inversiones y, tarde o temprano, estaremos nuevamente con apagones. La lección que no debemos olvidar durante los ocasionales períodos de oscuridad en los próximos dos años es que estos serán causados por el intento de intervención del Estado. Que el gobierno elimine trabas, distorsiones y obstáculos para acelerar inversiones y que se mantenga lejos del mercado.

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