21.3.09

La gasolina del halcón

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Avanza el juego electoral del general Donayre

Hizo bien La República al titular ayer en su portada “Los halcones ya fueron, es la hora de La Haya”, implicando que ya pasó el momento de los que alientan la tensión con Chile debido a que el pleito está ahora en manos de la justicia internacional.
Debe reconocerse, sin embargo, que es un titular cargado de opinión, deseo y esperanza de que sea así, pues los ‘halcones’ que promueven el antagonismo aún siguen dando vueltas, con entusiasmo, en ambos países.

En el nuestro, quien pretende ponerse en la primera fila de este frente es el general Edwin Donayre, quien dejó la jefatura del Ejército, a fines del año pasado, en medio de un escándalo por sus declaraciones estridentes y absurdas.
Y lo hace gracias a la gasolina que La Razón –diario que él ha condecorado– le viene metiendo a la perspectiva electoral del general Donayre. Justo el medio que suele defender las posiciones fujimoristas, militaristas y, con frecuencia, apristas, las cuales tienen más de una coincidencia importante.

En una extensa entrevista publicada entre el miércoles y el jueves de esta semana, Donayre se despacha con sendas declaraciones que se destacan en la portada. En una, alerta que el “¡Perú debe tener las armas listas ante Chile!” y sugiere que las FFAA deben tener influencia en las decisiones sobre el TLC o las inversiones chilenas en el país.

En la otra, Donayre proclama que “¡Fujimori no es un asesino!”, y la emprende contra el antifujimorismo. El mismo diario ya lo había puesto en una portada a inicios del mes: “Un peruano que sí habla claro: Donayre cuadra a chilenos”.

Como es natural en Donayre, sus opiniones están matizadas de groserías y desatinos que llevan a quienes lo escuchan a preguntarse cómo pudo alguien como él llegar a general de división y, peor aún, a la jefatura del Ejército.

Sin embargo, la pregunta principal debería apuntar a las autoridades que nombran y respaldan a cachacos impresentables que son una verdadera contradicción con los principios básicos de una democracia. Como suele ocurrir en casos como este, las designaciones políticas lamentables hablan mucho más de las intenciones del que nombra que del nombrado.

Es evidente que el general Donayre, en su afán de crecimiento político con miras a la próxima elección, se ha convertido en instrumento de varios patrones, incluyendo el fujimorismo, el militarismo y el aprismo.

Y él se ha puesto con el perfil listo para lanzar la pachotada precisa al servicio de esas corrientes. El tema principal de su repertorio es el del halcón listo para atacar a Chile.

LA REPUBLICA

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