1.3.09

Camino a Río

Que Lima tiene una bahía privilegiada, pero lamentablemente desperdiciada, es innegable. Nunca he comprendido por qué nuestra ciudad siempre le ha dado la espalda al mar. Felizmente, luego de décadas de olvido y abandono, lo ocurrido en las últimas semanas daría la impresión de que la Costa Verde está de moda y ha empezado a concitar la atención de los políticos.

Parece que estos por fin se han despertado al hecho de que el desarrollo de la Costa Verde es, potencialmente, el más importante proyecto para tratar de mejorar la calidad de vida del limeño. Ello explicaría, primero, la transferencia de 16 millones de soles del gobierno a tres municipalidades para iniciar algunos proyectos y, luego, el contrato para la planta de tratamiento de agua servida de Taboada, que se ha entregado en concesión.

Este último proyecto es fundamental debido a que el principal problema que tiene la bahía de Lima es el horrible hecho de que sus 8 millones de habitantes arrojan todo su desagüe al mar. En realidad, poco importa si se construyen vías costaneras o malls en el malecón. Mientras el mar esté tan contaminado, el limeño no podrá disfrutar plenamente de las playas que ofrece su ciudad. Cabe resaltar que la planta de Taboada que se ha entregado en concesión limpiaría el 60% del desagüe limeño. Por lo tanto, queda un importante saldo por limpiar en el colector de La Chira en el sur de la ciudad.

Por otro lado, es interesante notar cómo en medio de la crisis internacional tenemos tres consorcios de talla mundial compitiendo por la concesión, lo que se reflejó en un 30% de reducción en el costo final para el consumidor. Si en todas las grandes obras públicas siempre hubiera existido competencia, no habría tanto elefante blanco inflando la deuda.

De cualquier manera, ahora le corresponde al gobierno ponerse las pilas y entregar en concesión una planta de tratamiento para La Chira. Esperemos que lo haga pronto, ya que entonces estaremos a punto de lograr que el total del agua servida de los limeños llegue al mar sin contaminar. En ese momento, la ciudad de Lima estará en camino a contar con una bahía a lo Río, con playas limpias para que sus habitantes las disfruten y con una fachada hermosa mirando al mar, en lugar de seguir tratando la Costa Verde como si fuera el patio de atrás.

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