Por: Mariella Balbi Periodista
Cuando semanas atrás el primer ministro Simon no descartó una alianza electoral con el Apra, comprendimos que el disparo para la carrera electoral del 2011 (¡faltan dos años aún!) había sonado. Fue la clara constancia de que la clase política peruana prefiere más candidatear que gobernar. Se prepara de modo exigente para lo primero y descuida de manera ostentosa el entrenamiento necesario para la difícil tarea de gobernar. Lourdes Flores recorrerá el país entero —cosa que hace muy bien—, Ollanta Humala lo mismo. El alcalde Luis Castañeda parecerá abocado a su “chamba” municipal, pero todos sabemos que apunta al 2011.
Indiscutiblemente no son ni serán los únicos, para las ligas mayores surgirá —como es habitual— una variopinta gama de aspirantes. Las ligas menores están más urgidas, porque pronto disputarán las silletas y sillones municipales. Algunos entusiastas lanzan a la ministra de Comercio Exterior, otros al congresista Bruce y para las regionales al presidente del Congreso, con su debate de si puede postular o no. Ambos comicios serán el próximo año, a fines del 2010, no es que vayan a invertir recursos para estas campañas ya, ya; se trata de un estado de ánimo, su motivación tiene ese blanco.
El Gobierno del día a día interesa poco, sin darse cuenta de que políticamente es más rentable centrar sus energías ahí que más allá. Está por ejemplo la debatible licitación de la planta de tratamiento de agua Taboada. Resulta que el ministro del Ambiente no ha tenido ni arte ni parte en este proceso, y debería, porque si alguien sabe de esto en el Perú es él. La dirección de Pro Inversión está en manos probas, pero Brack, como titular de tan importante cartera, no puede conocer la información técnica respectiva porque es… ¡confidencial!
Nuestras cigarras electorales están ajenas a esto y si el Congreso lo trata, pues el sesgo será evidente, como ocurre con el acuerdo comercial con Chile. No se quiere un debate de ideas sino un impacto en la opinión votante. Otra demostración de este “animus candidatus” es el poco interés por concretar un museo de la memoria para el país. Los políticos que valoraron el trabajo de la CVR son incapaces de recordar que esta entrevistó a miembros de las FF.AA., que acudieron a dar su testimonio. Tampoco subrayan que la muestra “Yuyanapaq” (“para recordar”) estuvo más de un año expuesta y no dividió a los peruanos. Nuestros candidatos son ya, no ya.
EL COMERCIO
Cuando semanas atrás el primer ministro Simon no descartó una alianza electoral con el Apra, comprendimos que el disparo para la carrera electoral del 2011 (¡faltan dos años aún!) había sonado. Fue la clara constancia de que la clase política peruana prefiere más candidatear que gobernar. Se prepara de modo exigente para lo primero y descuida de manera ostentosa el entrenamiento necesario para la difícil tarea de gobernar. Lourdes Flores recorrerá el país entero —cosa que hace muy bien—, Ollanta Humala lo mismo. El alcalde Luis Castañeda parecerá abocado a su “chamba” municipal, pero todos sabemos que apunta al 2011.
Indiscutiblemente no son ni serán los únicos, para las ligas mayores surgirá —como es habitual— una variopinta gama de aspirantes. Las ligas menores están más urgidas, porque pronto disputarán las silletas y sillones municipales. Algunos entusiastas lanzan a la ministra de Comercio Exterior, otros al congresista Bruce y para las regionales al presidente del Congreso, con su debate de si puede postular o no. Ambos comicios serán el próximo año, a fines del 2010, no es que vayan a invertir recursos para estas campañas ya, ya; se trata de un estado de ánimo, su motivación tiene ese blanco.
El Gobierno del día a día interesa poco, sin darse cuenta de que políticamente es más rentable centrar sus energías ahí que más allá. Está por ejemplo la debatible licitación de la planta de tratamiento de agua Taboada. Resulta que el ministro del Ambiente no ha tenido ni arte ni parte en este proceso, y debería, porque si alguien sabe de esto en el Perú es él. La dirección de Pro Inversión está en manos probas, pero Brack, como titular de tan importante cartera, no puede conocer la información técnica respectiva porque es… ¡confidencial!
Nuestras cigarras electorales están ajenas a esto y si el Congreso lo trata, pues el sesgo será evidente, como ocurre con el acuerdo comercial con Chile. No se quiere un debate de ideas sino un impacto en la opinión votante. Otra demostración de este “animus candidatus” es el poco interés por concretar un museo de la memoria para el país. Los políticos que valoraron el trabajo de la CVR son incapaces de recordar que esta entrevistó a miembros de las FF.AA., que acudieron a dar su testimonio. Tampoco subrayan que la muestra “Yuyanapaq” (“para recordar”) estuvo más de un año expuesta y no dividió a los peruanos. Nuestros candidatos son ya, no ya.
EL COMERCIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario