10.3.09

Mario y su museo

Le tengo mucho aprecio, admiración y respeto a Mario Vargas Llosa, pero creo que está totalmente equivocado respecto al Museo de la Memoria (aunque concuerdo con que el argumento utilitarista del ministro Flores Aráoz es barato).

¿Oiga, cómo se va a hacer un museo si la guerra no se ha acabado?

Sendero aún aletea. Acaba de abatir al infante de Marina David Farfán, como a otros más en la presente campaña del Vizcatán. Parece que está reapareciendo en algunas universidades estatales, con su típica táctica de capturar primero los comedores... Sendero aún no es pretérito.

Tampoco es el momento de museos porque el tema está muy fresco y polariza, lo que ha sido el triste resultado de la CVR. Y si edificamos el museo... ¿Quién lo administrará? ¿Las ONG de siempre para imponer su agenda ideológica y manejar los fondos? ¿Va a meter sus narices Aprodeh, los de la carta benevolente a Europa sobre el MRTA? ¿Ernie, el que quiere que se indemnice a los terroristas abatidos en Castro Castro y al que no le incomoda que hayan nombres de senderistas en el �Ojo que Llora� (que le pregunte MVLl a su amiga Lika Mutal si ella pondría colaboracionistas nazis al lado de patriotas holandeses)? ¿No cree Vargas Llosa que la Defensora Merino inmediatamente les va entregar este encargo, ella que siempre quiere quedar bien con éstos? Y le sugiero que no esté repitiendo afuera esa mentira de los 70 mil muertos, un cálculo hecho con métodos para contar... anchovetas.

Recientemente el blog �Útero de Marita� colgó unos apuntes de Carlos Meléndez, otro bloguero, de los cuales copio algunos párrafos muy lúcidos: �Las reacciones del sector �progresista� (lo que algunos llaman �caviar�) en torno a la negativa presidencial por facilitar la creación de un museo de la memoria parte de una premisa falsa: �el pueblo peruano no tiene memoria� y por lo tanto es necesario crear políticas para promoverla.

Este es un punto de partida equivocado, pues considero lo contrario: los peruanos sí tenemos memoria, pero no de los asuntos que la sociedad civil de izquierda quisiera (...) El peruano común y corriente procesa su historia política reciente de manera distinta a la que la ideología del progresismo supone. Por ello es que �causas sociales� (¿? -�mejor diría �causas-facebook�, no más) como el museo de la memoria (así nomás, en minúsculas) no son populares, no encuentran cabida en la opinión pública de la combi, es sólo motivo de la indignación de una élite izquierdista, y por lo tanto, gobernantes como García pueden darse el lujo de despacharse a sus anchas al respecto.

Si fuera una demanda sentida, simplemente no se atrevería a hacerlo. En una muestra más de su desconexión con la realidad, la izquierda-no-gubernamental supone un peruano que no existe siquiera en su servicio doméstico. Lo cual le lleva a tácticas políticas y de lobby equivocadas, que agudizan aún más su elitismo y terminan generando antipatías en los que no comparten sus atajos ideológicos (...) Yo trabajé en la CVR los dos años que duró y me gustaría que esa chamba sea más útil y tenga un impacto inmediato. Pero antes que eso, reconozco la idiosincrasia del peruano promedio (...) Llegará el día, el momento, la generación, en que las introspecciones al pasado sean más enriquecedoras. Ahora, todavía no. Respetemos nuestro pasado, nuestra memoria, pero sobre todo, respetemos nuestro presente, nuestra realidad.

La �memoria� del peruano no es la tuya, amigo �caviar�. (Y tener �memoria� no te hace mejor persona, no lo olvides)�. ¿Qué le vas a decir a este patita que trabajó en la CVR, Mario? ¿Que es un aprofujimorista militarista?

CORREO

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