9.3.09

San Horacio Huaynalaya

¿Nace una estrella? Mucho se especula por allí con que Meche Aráoz va a ser el arma secreta del APRA para las próximas elecciones municipales limeñas. Pues acabamos de ver cómo sí sabe boxear como Kina, porque ha noqueado al mismísimo Ollanta Humala. Esa elección promete ser muy peleada, con Aráoz, Heresi, Bruce y Cuculiza de posibles candidatos (si Castañeda no vuelve a correr).

Algunos añejos competidores son más raros que perro verde. Uno pensaba que algunos ya habían entrado en un saludable proceso de �descaviarización� ideológica (faltaban nomás la revista y el cable) y se encuentra con un tremendo panegírico al líder sutepista Horacio Zeballos en plena página editorial de sábado. ¡De locos!

Zeballos era un maoísta ultrarradical de UNIR, de esos que acababan sus manifestaciones setenteras blandiendo un fusil (de juguete) y dando arengas a la lucha armada (es que la izquierda parió a Sendero). Y como prócer del sutepismo es uno de los principales responsables del envilecimiento en la calidad de la educación pública peruana. El caballero no es un santo ni un ejemplo porque se haya muerto relativamente joven, haya estado preso durante la izquierdista dictadura militar por ultrarradical o haya tenido ciertas inquietudes culturales, como pinta la idiota nota. Era simplemente un radical achorado. No sé cuál habría sido su postura frente al senderismo, pero no me sorprendería que hubiese decidido acompañarlo. A este paso, pronto veremos notas elogiosas a Robert Huaynalaya allí. ¿Por qué no? Es joven, es ultrarradical, combativo y quiere joder más aún la educación pública. ¡No le hallo mayor diferencia con Zeballos!

El nuestro es un país que no aprende, carajo. Ni a las buenas ni a las malas. Esto pienso al leer los propósitos del MEF de subir el ISC al alcohol y al tabaco. Baste mirar el ejemplo de los espectáculos, donde una rebaja de tributos ha generado de que no paren de llegar estrellas antes impensables en Lima (R.E.M., Iron Maiden, Kiss, Peter Gabriel, Kylie Minogue, Oasis), para darse cuenta de que la �curva de Laffer� (una excesiva tributación acarrea una fuerte baja en la recaudación) es casi un axioma. Y no sólo van a recaudar menos si suben los impuestos sino que van a fomentar el contrabando (los tacneños y los puneño deben estar frotándose las manos) y el consumo de alcohol adulterado. Volveremos a los gloriosos 70 y 80, cuando los ambulantes te vendían la etiqueta roja y los �puchos� (encima de caros, el �Premier� y el �Ducal� eran infumables. Hasta viruta les encontré alguna vez) a escondidas, cuando varios aduaneros y militares hicieron fortunas con el contrabando de whisky. Más bien, les apuesto que le bajan el ISC a la cerveza y la casi segura subida de ventas provocará que recauden mucho más, como sucedió en ese lapso que PPK lo bajó, fructuoso experimento que Silva Ruete después se tiró abajo, dicen las malas lenguas que porque le gustaba mucho el ron nacional que hacía el Grupo Fierro.

En Lima ya urgen ciertas obras viales: la conversión de todo Javier Prado en una vía expresa, que además abarque desde el aeropuerto hasta la Carretera Central (por Puruchuco). La Costa Verde a la altura del Cuartel San Martín ya debería ir por abajo, como también debe solucionarse su feroz diario atoro a la altura del �Cala�. Se debe prolongar ya la autopista Ramiro Prialé. Deberían hacerse estacionamientos sobre el zanjón en el distrito financiero. Y más�
CORREO

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